kiev. El descontento expresado por cientos de miles de ucranianos en las calles de Kiev en los últimos días, que derivó en protestas violentas en algunos casos que la UE y Washington miran con preocupación, llegó ayer a la mesa del Parlamento, que aprobó la tramitación de la moción de censura impulsada por los partidos de la oposición, y que está previsto que vote hoy en sesión plenaria.

Mientras tanto, el primer ministro ucraniano, Nikolai Azárov, advirtió de que las protestas a favor de una asociación con la Unión Europea han pasado de ser "multitudinarias" a estar "descontroladas" y tienen "todos los signos de un golpe de Estado".

La propuesta de moción de censura lleva la firma de 166 de los 444 diputados de la Rada Suprema. En un principio no tiene visos de prosperar, ya que el Gobierno cuenta con el apoyo del Partido de las Regiones del presidente Viktor Yanukovich y sus socios minoritarios de coalición, el Partido Comunista de Ucrania, por lo que goza de mayoría en la Cámara.

Sin embargo, en los últimos días se han producido varias deserciones en el bloque gubernamental. Hasta el momento Inna Bohoslovska, David Zhvania y Volodimir Melnichenko ya han anunciado su dimisión del Partido de las Regiones y han abandonado su grupo parlamentario. El también diputado Mikola Rudkovski ha abandonado solo el grupo parlamentario.

abandonos La diputada ucraniana Inna Bohoslovska, electa por el Partido de las Regiones del presidente del país, Viktor Yanukovich, auguró por su parte que más representantes de esta formación abandonarán la misma en protesta por la represión y el giro prorruso en política exterior. "No puedo decir quiénes abandonarán el Partido de las Regiones, pero hay muchos que no están de acuerdo", explicó Bohoslovska.

La oposición asegura que las leyes ucranianas relativas a los principios de la política exterior y doméstica consagran la integración de Ucrania en la Unión Europea como objetivo para lograr el desarrollo interior y exterior de Ucrania. Sin embargo, y "en contra de la legalidad", el Consejo de Ministros aprobó el 21 de noviembre suspender los preparativos para la firma del Acuerdo de Asociación con la UE.

Así, los líderes de la oposición reclaman la renuncia del presidente del país por su giro radical en la política con respecto a la Unión Europea, tras haber rechazado firmar unos acuerdos de asociación y pasar a negociar con Rusia.

"Por consiguiente, el Gobierno ha traicionado las aspiraciones del pueblo ucraniano sobre un futuro europeo para nuestro país", señaló la oposición en el documento presentado ante la Rada Suprema.

Como respuesta a este anuncio, el primer ministro denunció ayer que los líderes opositores "dirigen a la gente a asaltar los edificios oficiales, a bloquear el trabajo de las instituciones y dan ultimátum" y subrayó que "esto tiene todos los signos de un golpe de Estado. Esto es muy grave". En la calle, los manifestantes centraron ayer su protesta en el principal edificio del Gobierno en Kiev, cuyos accesos consiguieron tomar. Pese a ello, el departamento de Prensa del presidente del país, Viktor Yanukovich, indicó que su personal está trabajando con normalidad aunque no ha precisado si el mandatario se encuentra en su oficina. Yanukovich además tiene previsto emprender hoy un viaje oficial a China.

Las protestas de ayer proseguían después de que la capital ucraniana acogiese el domingo la mayor manifestación en contra del Gobierno desde la época de la denominada Revolución Naranja, con unos 350.000 manifestantes y que terminó con violentos enfrentamientos entre manifestantes y agentes antidisturbios de la Policía. En la movilización del domingo frente al edificio presidencial, la Policía empleó gas lacrimógeno, granadas aturdidoras y porras para dispersar a los manifestantes. Los agentes se enfrentaron con los manifestantes cuando intentaron derribar una escultura del líder soviético Vladimir Lenin.

sin estado de excepción El Gobierno de Ucrania negó que estudie implantar el estado de excepción en el país debido a las protestas de la oposición y los violentos enfrentamientos que tuvieron lugar el domingo en Kiev y que se saldaron con casi 200 heridos hospitalizados, entre policías y manifestantes. En ese sentido, la Casa Blanca calificó ayer de "inaceptable" la violencia ejercida por las fuerzas de seguridad contra los opositores que se manifiestan en las calles de Kiev y ha pedido respeto para las libertades de expresión y reunión.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, llamó también a las partes en Ucrania a ejercer moderación y evitar nuevos actos violentos, mientras que el comisario de Derechos Humanos del Consejo de Europa, Nils Muiznieks, también expresó su preocupación por el uso excesivo de la fuerza ejercido.