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China exhibe poderío bélico frente a la crisis bursátil

El presidente refuerza el orgullo nacional con un gran desfile aunque anuncia que reducirá las tropas en 300.000

China exhibe poderío bélico frente a la crisis bursátilFoto: Efe

pekin - La China del presidente Xi Jinping se mostró ayer al mundo como una gran potencia militar, en un gran desfile con motivo del 70 aniversario del final de la II Guerra Mundial que también quiso cimentar a nivel interno la nueva imagen de un país poderoso en la escena mundial que reducirá el número de sus tropas en 300.000. Un objetivo no previsto inicialmente fue devolver el orgullo a la población tras las explosiones del puerto de Tianjin, que volvieron a revelar la poca seguridad del rápido desarrollo industrial y la corrupción del país, pero también tras las graves crisis de los mercados financieros, que cuestionaron la solidez de la economía china y la madurez de sus bolsas.

Ante jefes de estado de una treintena de países (ninguno occidental) y al son de bandas y coros que interpretaron temas militares y patrióticos, unos 12.000 soldados, 500 vehículos y misiles y unas 200 aeronaves marcharon por la simbólica plaza de Tiananmen. Xi recordó en su discurso que los ocho años de guerra (1937-45) causaron a China 35 millones de muertos y heridos, pero terminaron en “la primera victoria completa” del país en tiempos modernos. Una buena parte de los sistemas de armamento son de última generación y fueron mostrados en público por primera vez, como el misil antibuque DF-21D o el bombardero de alcance medio H-6K, que dotan a las fuerzas chinas de capacidades ofensivas que nunca antes habían tenido.

Entre los dirigentes extranjeros destacó el presidente ruso, Vladímir Putin, en un lugar preeminente y recibiendo las mayores ovaciones del público en un evento ignorado por los dirigentes occidentales. El desfile tuvo lugar únicamente para unos pocos miles de invitados, ya que los habitantes de Pekín fueron instruidos para no presenciar en la calle el paso de unidades ni mirar desde sus ventanas. Las medidas de seguridad fueron draconianas para un evento en el que las autoridades no repararon en gastos, cerrando miles de fábricas para reducir la contaminación y lograr un cielo azul radiante. - Efe