Taipei - Un fuerte terremoto de magnitud 6,4 en la escala de Richter sacudió ayer la ciudad de Tainan, al sur de Taiwán, dejando al menos 14 muertos, 484 heridos (más de una veintena de gravedad) y 153 desaparecidos, según datos del Servicio Nacional de Emergencias y bomberos.

La tragedia se produce casi en la víspera de la mayor festividad anual de Taiwán, la del Año Nuevo Lunar, en la que millones de taiwaneses vuelven a sus hogares familiares en el sur de la isla.

La mayoría de las víctimas mortales, doce, incluida una niña de solo diez días, se encontraban en el edificio Weiguan Jinlong de Tainan, en el que podían estar atrapados algunos de los 153 desaparecidos ya que sus familiares suponían que estaban en ese lugar durante el terremoto.

Mientras, continuaban las tareas de los equipos de rescate, dificultadas por la falta de luz natural al caer la noche, bajo el frío y el peligro de explosiones. Equipos de ayuda del gobierno y varias organizaciones socorrieron y alimentaron a los desplazados. Frente al edificio Weiguan se asistió ayer a escenas de alegría, como la de una mujer que presenció emocionada el rescate de su esposo y también muchas de angustia, como el caso de una madre rescatada sin sus dos hijos que imploraba ir en su búsqueda.

En ese ambiente de luto no faltaron, sin embargo, acontecimientos que arrojaron luz a la tragedia, como el rescate de un niño de siete años, apellidado Hu, gracias al maullido de su gato, que alertó a los bomberos, quienes también salvaron a su hermano.

No obstante, el descubrimiento de latas usadas de aceite rellenas de un líquido no identificado en las estructuras del edificio Weiguan, en lugar de cemento, suscitó dudas sobre la solidez de la construcción, señaló la televisión local NEXTTV.

El panorama en Tainan tras el terremoto es devastador, con cinco edificios completamente derrumbados y otros muchos dañados, aunque ya se ha restaurado casi en su totalidad el suministro eléctrico, después de que 178.000 hogares se quedaran sin luz y otros 40.000 sin agua en vísperas del Año Nuevo lunar.

edificios en ruinas Una gasolinera ubicada frente a un edificio inestable fue evacuada y vaciada de combustible, y bajo algunos de los inmuebles derrumbados quedaron aplastados automóviles y motocicletas, mientras que un campo de golf de Tainan registró grietas en el terreno, algunas de más de dos metros.

El tren de alta velocidad que une el sur y norte de la isla reanudó en parte sus servicios, interrumpidos tras el seísmo, en el día de mayor tráfico hacia el sur para celebrar en familia la Nochevieja china, que tendrá lugar hoy.

En la zona industrial, el Parque Central del Sur de Taiwán, sede de importantes fábricas de alta tecnología, interrumpió su actividad ante los cortes de electricidad, pero no sufrieron daños graves, informó el Ministerio de Economía taiwanés.

Los residentes afectados por los derrumbes perdieron casi todas sus pertenencias, y en uno de los edificios un banco colapsado dejó bajo tierra 30 millones de dólares taiwaneses (unos 806.000 euros). El presidente taiwanés, Ma Ying-jeou, y el primer ministro, Chang San-cheng, se trasladaron a Tainan para seguir de cerca las operaciones de rescate y salvamento y mostrar sus condolencias a los damnificados.

“Se han preparado 1.200 camas en escuelas y otros lugares para albergar temporalmente a los damnificados”, dijo a la prensa el presidente taiwanés. Los sismólogos taiwaneses advirtieron de que aún se esperan otros seísmos de más de seis grados en la isla este año, sin descartar que esto ocurra en las próximas semanas.- Efe

Como seis bombas atómicas. El director de Sismología del Servicio Meteorológico isleño, Kuo Kai-Wen, alertó de que, “la energía de los seísmos de más de seis grados equivale a seis bombas atómicas y es probable que haya más este año”.

Antecedente. Taiwán ya vivió un terremoto de 7,3 grados de magnitud en la escala de Richter el 21 de septiembre de 1999. Aquella catástrofe causó más de 2.400 muertos en la isla.