como cada verano, el presidente ruso, Vladímir Putin, se quita la camiseta durante su escapada siberiana tradicional. Unas vacaciones estivales que inició también su homólogo en EEUU, Donald Trump, que viajó a Nueva Jersey para pasar dos semanas aproximadamente.

Fotografiar al jefe del Kremlin con el torso desnudo es ya una tradición. Así, no dudaron en publicar las imágenes para vender una imagen de hombre de acción en perfecto estado de salud, que está a punto de cumplir 65 años.

Gafas de sol, gorro de expedicionario, pantalones caqui, botas de montaña, era toda la indumentaria de Putin, que aparece más relajado y sonriente que nunca en medio de un paraje espectacular.

El punto culminante de la excursión presidencial fue la pesca submarina en las cristalinas aguas de Siberia meridional al más puro estilo de los documentales sobre naturaleza salvaje. “Persiguió a un lucio durante dos horas. No había forma de cazarlo, pero finalmente lo logró”, dijo a la prensa Dmitri Peskov, el portavoz del Kremlin.

Además de pescar, aprovechó para inspeccionar en lancha varios riachuelos y cascadas apenas visitados por el hombre, practicar senderismo, buscar setas, conducir vehículos todoterreno por caminos casi intransitables y tomar el sol.

Putin también se dio un refrescante baño en un lago de la zona, donde, pese a ser verano, las temperaturas durante la noche descienden hasta los 5 grados sobre cero.

“La temperatura del agua del lago no superaba los 17 grados, lo que no impidió al presidente darse un baño”, explicó Peskov, quien no aludió a las estrictas medidas de seguridad que suelen acompañar al líder ruso allá donde va, aunque sea de vacaciones.

Putin es un conocido amante de la naturaleza y aprovecha cualquier ocasión para hacer escapadas a lejanos lugares de la geografía rusa y participar en programas de conservación de animales, desde tigres hasta leopardos o cigüeñas, siempre con amplia cobertura mediática.

Mientras el líder ruso disfruta rodeado del verde de la naturaleza, su homólogo estadounidense, Donald Trump, lo hace en el verde de sus lujosas pistas de golf en Bedminster (Neva Jersey). Allí disfrutará de dos semanas de lo que la Casa Blanca describe como unas “vacaciones de trabajo” que coinciden con unas obras de reparación del sistema de ventilación en la residencia presidencial. Tras meses de escándalos, Trump escapa de la polémica aunque con toda seguridad, los titulares sobre Rusia seguirán muy vivos cuando regrese de Nueva Jersey, previsiblemente el 20 de agosto, y es posible que haya más filtraciones a la prensa sobre el tema durante sus “vacaciones de trabajo”.

La escapada cierra además una semana que comenzó con la toma de posesión de John Kelly como su jefe de gabinete, un cambio que ha servido para moderar el reciente caos en la Casa Blanca, y terminó con la noticia de que la investigación sobre Rusia tiene entidad suficiente para merecer la formación de un gran jurado.

Pese a que durante sus primeros días en la presidencia dijo que no tomaría vacaciones, su estancia en su club de golf de Nueva Jersey, uno de los lugares donde, según su hijo Eric, se siente más cómodo, le permitirá desconectar de la frenética rutina de Washington, pero es improbable que deje de trabajar del todo.

Señales de ello son el hecho de que Kelly, su jefe de gabinete, le acompañara junto a otros asesores en el vuelo, las críticas que el propio Trump ha hecho durante años a quienes desconectan del todo durante unos días y la adicción del mandatario a la que quizá sea su herramienta más poderosa: Twitter. - D.N.