La ministra de Exteriores del Reino Unido, Liz Truss, dijo este martes que el Gobierno busca alterar el protocolo alcanzado con la Unión Europea (UE) sobre Irlanda del Norte debido a la situación política en la provincia y para conseguir el restablecimiento de la Asamblea norirlandesa.

"La razón por la que sentimos que teníamos que tomar medidas es por la situación en Irlanda del Norte", donde no se ha podido formar un Ejecutivo autónomo "desde febrero" y la provincia "necesita un Gobierno", insistió la ministra a la BBC.

El Reino Unido quiere que la Asamblea "esté formada y en funcionamiento", agregó.

El protocolo establece que Irlanda del Norte sigue vinculada al mercado único comunitario para bienes, por lo que las mercancías que cruzan entre la isla de Gran Bretaña y la provincia británica han de pasar controles aduaneros para así asegurar que la frontera entre las dos Irlandas continúa siendo invisible.

Esa frontera invisible está establecida en el acuerdo de paz del Viernes Santo (1998), el texto que puso fin al conflicto.

Sin embargo, esos controles han causado inquietud y malestar en la comunidad unionista pro-británica por considerar que ponen en peligro su relación con el Reino Unido.

"Todos son problemas que debemos resolver. Nuestra preferencia es resolverlos con la UE, pero hasta el momento la UE no está de acuerdo en cambiar el texto del protocolo", agregó Truss.

"Creo que es importante tener en cuenta que cuestiones en materia aduanera, de impuestos, están integradas en el texto del protocolo. Por eso estamos tomando medidas. Lo estamos haciendo de una manera razonable que continúa protegiendo el mercado único de la UE", subrayó la titular de Exteriores.

En las elecciones autonómicas norirlandesas del pasado mayo, el partido republicano Sinn Fein resultó el más votado al quedar en primer lugar, seguido del unionista pro-británico Partido Democrático Unionista (DUP), mientras que el centrista Partido de la Alianza quedó en tercer lugar, pero el Ejecutivo autonómico sigue sin formarse.

Asimismo, la ministra de Exteriores resaltó que "no hay razón" por la cual la UE tenga que estar enfadada por los controvertidos planes del Reino Unido para anular partes del Protocolo de Irlanda del Norte.

"No hay absolutamente ninguna razón por la que la UE deba reaccionar de forma negativa a lo que estamos haciendo", agregó.

El proyecto de ley presentado ayer prevé eliminar la jurisdicción del Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) sobre las disputas referidas a Irlanda del Norte.

El texto legislativo contempla la creación de un "carril verde" que eximiría de controles aduaneros a los bienes procedentes de Gran Bretaña destinados al consumo en Irlanda del Norte, aunque mantendría un "carril rojo" reservado para los productos dirigidos a la República de Irlanda, integrada en el mercado único comunitario.

El primer ministro británico, Boris Johnson, que firmó el pacto con la Unión Europea (UE) en 2019, considera ahora que el protocolo está generando demasiados problemas, por lo que ha tratado sin éxito de negociar cambios desde hace 18 meses.