El lanzamiento este viernes de un "ataque preventivo" israelí sobre la Franja de Gaza, que se saldó con la muerte del número dos del grupo Yihad Islámica Palestina (YIP), amenaza con desencadenar una importante escalada de violencia en la región.

Los bombardeos israelíes, que según el Ejército llegaron ante la "amenaza inminente" de un ataque desde Gaza, dejaron hasta el momento un saldo de al menos diez muertos y 55 heridos.

Uno de los fallecidos es Taysir al Yabari, líder del brazo armado de la YIP en la zona centro y norte de la Franja y que encabezaba la unidad responsable del lanzamiento de cohetes hacia Israel. El Ejército israelí informó que Al Yabari fue el objetivo de los bombardeos y destacó que este estuvo detrás de múltiples lanzamientos de cohetes desde Gaza durante la escalada bélica de mayo de 2021.

Según el Ministerio de Sanidad palestino, entre las víctimas mortales hay también una niña de cinco años, que al igual que Al Yabari murió tras un ataque aéreo contra un edificio residencial en Gaza Capital, que alberga oficinas de medios de comunicación y de organizaciones no gubernamentales.

Una niña de cinco años, entre los fallecidos en el ataque en Gaza. DPA vía Europa Press

Tras los bombardeos iniciales, el Ejército israelí continuó atacando objetivos de la Yihad Islámica en Gaza, incluyendo una segunda ronda de ataques contra puestos militares del grupo.

El grupo palestino, que suele reaccionar con vehemencia al asesinato de sus líderes, avisó que Israel "pagará un alto precio por su agresión" y amenazó con lanzar cohetes hacia Tel Aviv.

El movimiento islamista Hamás, que gobierna de facto en la Franja, advirtió que "la resistencia armada palestina está unida contra la agresión" y anticipó que Israel "recibirá una lección".

Ante la posibilidad de ataques de represalia, el Ejército israelí desplegó sus sistemas de defensa antiaérea y estableció fuertes medidas de seguridad en las comunidades cercanas a la frontera con Gaza, mientras que ciudades en el centro del país, incluida Tel Aviv, llamaron a abrir los refugios antiaéreos ante la posibilidad de un ataque de represalia.

Además, el Ministerio de Defensa aprobó ordenes que permiten movilizar hasta 25.000 soldados en la reserva, una cantidad notablemente superior a escaladas anteriores. El Ministerio activó también un plan para evacuar a residentes de las comunidades cercanas a la Franja que deseen abandonar temporalmente sus hogares.

Mientras que el aeropuerto internacional israelí de Ben Gurión no ha interrumpido por el momento la entrada y salida de vuelos, sí se anunció que aquellos que pasen cerca de Gaza serán redireccionados de forma preventiva.

El primer ministro israelí en funciones, Yair Lapid, dijo hoy que su Gobierno "no permitirá que las organizaciones terroristas en Gaza establezcan la agenda en el área adyacente a la Franja y amenacen a los ciudadanos del Estado de Israel".

"Cualquiera que intente dañar a Israel debe saberlo: lo encontraremos", agregó, y advirtió que "las fuerzas de seguridad actuarán contra los terroristas de la Yihad Islámica para eliminar la amenaza que representan para los ciudadanos de Israel".

La ofensiva de hoy, bautizada por Israel como Operación Despuntar del Alba, tiene lugar tras varios días de tensión en la zona, desencadenados por el arresto de un alto cargo de la YIP en Cisjordania ocupada, Bassem Saadi, el pasado lunes.

Si bien el grupo palestino se limitó a amenazar con un ataque de represalia sin llevarlo a cabo, las autoridades israelíes establecieron un estado de alerta y desde el martes mantienen cerrados los cruces fronterizos con Gaza y así como múltiples carreteras en las comunidades colindantes con el enclave.

Durante los últimos días observaron unidades de la YIP armadas con lanzadores de misiles antitanques acercarse en varias ocasiones a la zona fronteriza, en lo que Israel interpreta como una demostración de fuerza y una "amenaza inminente", precisó hoy un portavoz del Ejército.

En paralelo con el incremento de tensión en la zona, y con el fin de evitar una escalada de violencia, Egipto, Catar y las Naciones Unidas han intentado durante los últimos días mediar entre Israel y la Yihad Islámica.

Las demandas de la YIP para no lanzar un ataque incluían la liberación de prisioneros y el cese de las redadas militares israelíes en la campo de refugiados de Yenín, donde varios de sus milicianos han muerto en los últimos meses y donde tuvo lugar el arresto de Bassem Sadi el lunes., según fuentes palestinas.