El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado este martes que las fuerzas estadounidenses interrumpirán los bombardeos sobre posiciones rebeldes en Yemen después de que la insurgencia hutí haya acordado cesar también los ataques contra barcos que navegan por la región y respetar así la libertad de navegación.
Trump, que no ha dado detalles de este supuesto pacto, ha sugerido que fueron los hutíes quienes dieron el primer paso y que son ellos los que se han "rendido". "Nos dijeron: por favor, no nos bombardeen más y no vamos a atacar vuestros barcos", ha explicado el mandatario norteamericano, en unas declaraciones desde el Despacho Oval al recibir al nuevo primer ministro de Canadá, Mark Carney.
Por su parte, el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, ha añadido que "todo siempre ha sido un tema de libertad de navegación". "Hay un grupo de individuos con armamento sofisticado que amenazan (desde Yemen) la navgación global y nuestro trabajo es conseguir que pararán", ha afirmado.
Cruce de ataques entre Israel y Yemen
Esta aparente concesión de Washington llega precisamente en pleno cruce de ataques entre los rebeldes hutíes e Israel, intensificada después de que el domingo un misil impactase en las inmediaciones del aeropuerto de Ben Gurión, a las afueras de Tel Aviv. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) atacaron el lunes el puerto de Hodeida y este martes han disparado contra varios objetivos más, entre ellos el aeropuerto de Saná, la capital yemení.
De hecho, los rebeldes han responsabilizado también a Estados Unidos de esta última batería de bombardeos, que sólo este martes habría dejado al menos tres fallecidos y cerca de 40 heridos, según las informaciones recogidas por la cadena Al Masirah, afín a los hutíes.