Las facciones palestinas, de las que forma parte Hamás, cifran en 126 los palestinos muertos mientras acudían a recoger comida desde que Israel puso en marcha el pasado 27 de mayo los nuevos centros de distribución establecidos en la franja por una fundación respaldada por Estados Unidos.
En un comunicado conjunto de las "facciones de la resistencia palestina" distribuido por Hamás, se critica estos centros de los que se afirma que "se han convertido en trampas mortales" dirigidas a "gente hambrienta, impulsada por el hambre y la sed".
Para las milicias palestinas, estos centros buscan "liquidar la causa palestina como una cuestión política, transformándola en una cuestión de socorro y humanitaria, con el fin de acelerar el crimen de desplazamiento forzado, limpieza étnica y vaciamiento de la Franja de Gaza de su gente y residentes, en implementación del plan criminal de (el presidente de Estados Unidos, Donald) Trump".
Por ello, hacen un llamamiento a las organizaciones internacionales y árabes para que lleven ante la justicia al "inhumano sistema de seguridad estadounidense" y que presionen a este país y a Israel para que "reanuden la distribución de ayuda humanitaria a través de organizaciones internacionales afiliadas a las Naciones Unidas", especialmente la agencia para los refugiados palestinos, UNRWA.
Para las facciones palestinas, la UNRWA (vetada por Israel, que entiende que acoge a militantes de Hamás) es "la única agencia capaz de llevar a cabo esta misión, dada su capacidad legal, experiencia práctica y competencias" de una manera "que preserve las vidas, la dignidad y la humanidad de" los gazatíes.
Según informó el Ministerio de Sanidad de Gaza, este domingo se han vuelto a producir tiroteos cerca de puntos de distribución de la Fundación Humanitaria para Gaza (GHF, en inglés) cuando los gazatíes se encaminaban allí para obtener comida.
En concreto, reportó al menos cinco muertos y otros 123 heridos en dos de los puntos en el sur y centro de la franja.
Ayer, sábado, la fundación dijo que no pudo abrir los centros por amenazas de Hamás. Según la GHF, el grupo islamista está tratando de frustrar el proyecto israelí de distribuir ayuda sin mediación de la ONU y otras organizaciones para poder controlar el flujo de ayuda humanitaria en el enclave.
Tanto la ONU como la gran mayoría de las organizaciones humanitarias han rechazado este sistema afirmando que obliga a los palestinos a desplazarse kilómetros para recibir ayuda en unos pocos puntos (antes la ONU y otras organizaciones repartían comida en unos 200 puntos en toda la franja), reparte una cantidad mínima de comida y carece de la neutralidad necesaria.