El director para Naciones Unidas de la organización Human Rights Watch, Louis Charbonneau, aseguró hoy que los recortes presupuestarios propuestos por la secretaría general del organismo podrían "debilitar los mecanismos de derechos humanos de la ONU y perjudicar a las víctimas de abusos, justo cuando son más necesarios para supervisar violaciones graves en todo el mundo".

El secretario general de la ONU, António Guterres, lanzó este año la iniciativa de reforma UN80, destinada a conmemorar el 80º aniversario del organismo y a mejorar su eficiencia frente a la crisis de liquidez. La propuesta incluye un recorte promedio del 15 % del gasto en 2026, con hasta un 20 % en reducción de personal.

Sin embargo, Charbonneau criticó hoy en un comunicado que el plan ofrece poca claridad sobre cómo afectará a las estructuras de derechos humanos, "ya escasas de personal y fondos".

"La crisis financiera de la ONU se ha visto agravada por el retraso o la falta de pago de contribuciones obligatorias de algunos Estados miembros, entre ellos Estados Unidos y China", indicó el experto.

Además, aseguró que, durante la actual Administración de Donald Trump, Washington ha suspendido "gran parte de sus pagos, mientras que China realiza sus aportes con fuertes retrasos".

Guterres ha señalado que la ONU tiene demasiados mandatos, incluido el de derechos humanos, mientras que Charbonneau subraya que estos órganos son necesarios y que se crearon para responder a crisis graves, desde los conflictos en Sudán, Afganistán, Ucrania o Birmania, hasta abusos en Irán, Israel y Palestina, la República Democrática del Congo o Siria.

"Los mecanismos de investigación independientes documentan violaciones y apoyan la rendición de cuentas, pero ya operan con plantillas mínimas y presupuestos limitados. Reducirlos o fusionarlos no resolvería la crisis financiera de la ONU, ya que los derechos humanos representan menos del 1 % del gasto total del organismo, pero sí afectaría a las víctimas al enviar una señal de menor escrutinio a los responsables de abusos", afirmó Charbonneau.

Según el director de HRW para la ONU, potencias como Rusia, China e Irán están tratando de recortar los recursos destinados a estos mecanismos en la Quinta Comisión de la Asamblea General, que discute el presupuesto de 2026.

Para Charbonneau, la ONU debe priorizar la protección de este pilar fundamental: "Reducir su capacidad no solo pondría en riesgo la supervisión de abusos, sino que también podría socavar la credibilidad de la institución ante la comunidad internacional".