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La despoblación: reto y oportunidad para la Navarra del siglo XXI

La despoblación: reto y oportunidad para la Navarra del siglo XXI

a irrupción de la epidemia de la covid-19 ha supuesto una ventana de oportunidad al mundo rural que se debe aprovechar. En esta nueva coyuntura provocada por la pandemia, el equilibrio territorial es más necesario si cabe que nunca. Es la base de una sociedad que es capaz de extender al conjunto de la ciudadanía la igualdad de oportunidades. Ese equilibrio debe basarse, por tanto, en la existencia de opciones de vida adecuadas a cada espacio.

Para hacer frente, desde una perspectiva transversal, al reto de la despoblación, el Departamento de Cohesión Territorial va a destinar en 2021 casi 2 de cada 3 euros de su presupuesto al mantenimiento y mejora de los servicios públicos en los 272 municipios y 346 concejos de la Comunidad Foral. Cabe recordar que las entidades locales constituyen la Administración más cercana a la ciudadanía y tienen un papel fundamental para ser palanca de recuperación económica y social tras la epidemia.

Mejorar la movilidad de las personas y, por tanto, mejorar su calidad de vida, es otro reto que debe abordarse si se quiere afrontar con éxito el desafío de la despoblación. Para avanzar en la equidad territorial es de vital importancia mejorar la conectividad de todo el territorio con las localidades en las que se encuentran los servicios de interés general (sanitario, educativos€). Es por ello que se va a potenciar el PITNA (Plan Integral de Transporte Interurbano de Viajeros de Navarra). En este sentido se han diseñado servicios de transporte a la demanda en ámbitos rurales que se podrán prestar con taxi, VTC€ Es preciso adaptar la movilidad a los nuevos tiempos y a las nuevas necesidades de la población del Siglo XXI.

La conservación y renovación de infraestructuras públicas se muestra también como un aspecto fundamental para fijar población en el medio rural y constituye uno de los ejes de actuación del Departamento que dirige Bernardo Ciriza.

Por un lado, el próximo año se destinarán más de 22 millones de euros a la mejora de calles, redes de abastecimiento, alumbrado, residuos urbanos o banda ancha por parte de los ayuntamientos. Destacan los más de 16 millones de euros de los que se dotará al Plan de Inversiones Locales. También la partida de 1,2 millones de euros que se va a destinar a renovar dotaciones municipales para hacer frente a la despoblación, con especial atención a la adaptación de las piscinas públicas a la normativa técnico-sanitaria vigente; así como los más de 800.000 euros para la construcción de nuevas rutas ciclables en los municipios navarros, entre otras cuestiones.

Por otro lado, en 2021 el Gobierno de Navarra invertirá más de 55 millones de euros para mantener y mejorar las infraestructuras viarias. Por otro lado, en 2021 el Gobierno de Navarra invertirá más de 55 millones de euros para mantener y mejorar las infraestructuras viarias. Las obras de mejora de la carretera Mélida-Caparroso, las obras del nudo semafórico de Zizur Mayor, el acondicionamiento de las intersecciones de la vía NA-134 de San Adrián, de la NA-122 de Allo y de la NA-134 de Cárcar, la variante de Irurtzun o la nueva vía de acceso al Colegio Público de Roncal en la carretera NA-2131 son algunas de las actuaciones que se iniciarán el próximo año. Mención destacada merece la conversión de la Nacional 121-A en vía 2+1, unas obras a las que el departamento de Cohesión Territorial destinará, además, 25 millones de euros provenientes del Estado.

Navarra necesita contar con unas buenas y competitivas infraestructuras viarias, tanto para conectar a las personas como para conectar a las empresas. Que éstas se asienten en nuestra Comunidad es clave para generar empleo de calidad y para que, además, retorne la inversión pública que nos permita avanzar en áreas como la sanidad y la educación.

El Canal de Navarra constituye otra infraestructura estratégica para nuestra Comunidad, tanto para su presente como para su futuro. Contribuye a la vertebración del territorio, a su desarrollo económico y social, e impulsa la igualdad de oportunidades para un mundo rural en el que las actividades agrarias y agroindustriales asociadas continúan representando un relevante papel.

Llevar agua de calidad a la Ribera de Navarra es otra prioridad de primer orden para el consejero Bernardo Ciriza. Es por ello que se trabaja ya en la redacción del proyecto constructivo de la 2ª fase del Canal de Navarra, que va a posibilitar abastecer de agua de boca de calidad a más de 70.000 habitantes de la Ribera y garantizará las necesidades de agua de riego e industrial, avanzando de este modo en el desarrollo económico de la zona. Asimismo, se trata de una infraestructura estratégica de cara a adelantarse y poder mitigar posibles efectos del cambio climático, uno de los mayores retos medioambientales de la sociedad del S. XXI.

El Canal de Navarra constituye, en definitiva, una infraestructura que vertebra el territorio navarro generando riqueza y asegurando el equilibrio territorial. Cabe recordar que solo las obras de ejecución de la 2ª Fase del Canal van a generar más de 3.000 puestos de trabajo, un 84% de ellos en la Comunidad Foral. Se producirán, además, 217 millones de euros de Valor Añadido Bruto (VAB), de los que 187 millones se registrarían en Navarra.

Más a corto plazo el Departamento de Cohesión Territorial trabaja para finalizar el próximo año las obras del denominado Ramal del Arga, que permitirán abastecer de agua de riego a más de 1.200 nuevas hectáreas pertenecientes al municipio de Peralta, así como para impulsar la reactivación de las obras en el Ramal del Ega.

En definitiva, 2021 será un año de grandes retos y grandes oportunidades. No cabe duda que la Cohesión Territorial es y debe ser un instrumento para reducir las desigualdades y avanzar hacia una Navarra más equilibrada, armoniosa y sostenible que afronte, de manera prioritaria y transversal, el reto de la despoblación en beneficio de su ciudadanía.