Desde hace muchos años, el sector de la alimentación y la distribución en general ha tenido una evolución muy importante, de forma que las fórmulas que tradicionalmente hemos conocido y con las que hemos ido creciendo, con el paso de los años, han tenido que evolucionar y en algunos casos reinventarse para poder seguir en la carrera hacia el liderazgo.

La existencia de más y mejores competidores nacionales e internacionales, que cada vez apuestan más por surtidos diferenciadores y multicanalidad, ha provocado que cada vez sea más difícil para el consumidor tomar una decisión única, repartiendo normalmente su compra entre varios operadores, con la consiguiente tensión comercial que esto provoca, en términos de surtido, oferta de precios y servicios, atención personalizada, inmediatez en la entrega y otros valores añadidos que buscan claramente encontrar el elemento diferenciador que los lleve al liderazgo del mercado global o de un nicho específico y en cualquier caso, mejorar su posicionamiento anterior.

Por otra parte, la presencia en la ecuación comercial de un cliente cada vez más conocedor de lo que compra, más exigente en productos y servicios, pero sobre todo, enormemente interesado por las nuevas tecnologías que le permitan, además de disponer de un universo infinito de artículos al mejor precio, poder realizar cómodamente sus compras (bien presenciales, bien online), ha provocado que los distribuidores tenga que poner especial atención en este punto.

Igualmente, la cada vez más extendida cultura por la alimentación saludable y el conocimiento de lo que se come, influye también en una mayor exigencia para todos los miembros de la cadena comercial, desde productores hasta distribuidores.

Otro valor importante es la “gourmetización” de los compradores, que igualmente supone otro punto de competición entre los operadores comerciales, que buscan en todo momento llegar más lejos que nadie en surtidos especializados y en cierta medida, exclusivos.

Por último y no menos importantes, la logística se ha convertido en un vehículo (nunca mejor dicho) determinante para todo lo anterior; cada vez queremos más cosas, más rápido y con menos problemas de gestión de incidencias y eso es algo que ha venido para quedarse.

Todos estos aspectos concurren evidentemente en el mercado de Navarra, donde el gusto por la buena mesa ha sido siempre una señal de identidad; ahora, además de comer bien, el consumidor navarro da cada vez más importancia a la trazabilidad de los productos que compra, quiere disponibilidad de una amplia gama de surtido y a unos precios competitivos, pero sobre todo, tienen una visión 360º de toda la oferta comercial, lo que le permite hacer una selección específica cómodamente y para eso, la distribución tiene que estar preparada para ofrecerle elementos diferenciadores que le permitan decidir lo más rápidamente posible, ya sea en establecimiento físico como online.

En caso de productores, siguen proliferando pequeñas empresas cada vez más especializadas en nichos de producto con el fin de ofrecer un elemento diferenciador con respecto a las tradicionales, ya sea por su forma de elaboración, la cría de sus animales, el tratamiento del suelo o el desarrollo de productos que anteriormente no se habían comercializado y además lo hacen de una manera sostenible, pero lo que es más importante, limitada, otorgándole ese carácter de exclusividad que tanto desea un determinado segmento de clientes.

Igualmente, en un mercado tan exigente como el navarro, el servicio juega un papel primordial en términos de disponibilidad de producto y atención personalizada, lo que nos lleva a identificar la importancia crítica de corresponder a lo que ofrecemos con una realidad 100% verdadera, de manera que no haya lugar para la temida decepción que suponga el abandono del cliente. Es por ello que asegurar un correcto suministro y posterior reposición y fomentar un espíritu comercial entre los equipos es algo que se debe tomar como imprescindible si alguien quiere estar en el mercado. Nos encontramos ante un momento en donde la “experiencia cliente” va a determinar quién se queda y quién sale del mercado y quien mejor sepa aunar los valores tradicionales de precio, producto y servicio con los nuevos de disponibilidad, inmediatez, y exclusividad, será quien se posicione en la mente del consumidor como la mejor opción.

Futuro del sector

Unido a lo anterior, la pandemia de la covid-19 ha potenciado cuatro grandes ámbitos que marcarán la pauta para el sector del gran consumo:

1. La relevancia vital de fomentar “lo local”.

2. La experiencia digital en la estrategia omnicanal.

3. Un nuevo consumidor más consciente, responsable y digital

4. La eficiencia en la cadena de suministros.

El ADN de E.Leclerc se ve fortalecido ante esta nueva realidad, dado que desde nuestros inicios hemos apostado por los proveedores locales y hoy en día estamos muy orgullosos de seguir trabajando con estos aliados desde nuestra apertura y muchos más que se han unido a lo largo de estas tres décadas. La apuesta decidida por agricultores y productores navarros desde que abrimos hasta hoy es firme y decidida, hasta el punto de ser el referente local y la plataforma de lanzamiento para nuevos productores y sus novedades.

Este 2022, es un año muy especial para nosotros, cumplimos 30 Años en Navarra, 30 años en los que colaboramos con más de 500 proveedores locales y contamos con más 4.500 referencias de nuestra tierra, lo que nos convierte en la plataforma de Navarra que reúne la mayor exposición de productos de pequeñas y grandes empresas locales al alcance del consumidor, tanto en nuestra tienda física, como online.