El Toronto Star, el mayor periódico de Canadá y donde empezó su carrera periodística Ernest Hemingway, publicaba el pasado 3 de noviembre la reseña de una fiesta de Halloween que ha adquirido cierta notoriedad en la ciudad y que consiste en que los vecinos de un barrio ponen grandes calabazas iluminadas en un parque y entre ellas juegan los niños. Lo curioso del caso es que el barrio se llama Roncesvalles y el parque, Sorauren. ¿Cómo han llegado los topónimos de dos pequeños pueblos navarros a formar parte del callejero de la capital económica de Canadá?

Lo mismo se preguntó la alsasuarra Mayte Mendia, cuando en 1972 llegó al país norteamericano para trabajar en la empresa AP. 37 años después, casada y madre de cuatro hijos, Mayte aún siente nostalgia cada vez que ve esos nombres tan familiares. Picada por la curiosidad, se dedicó a hurgar en los archivos del Ayuntamiento de Toronto y en la Biblioteca Parkdale para dar con el origen de una historia que se remonta a comienzos del siglo XIX, en plenas guerras napoleónicas, cuando el irlandés Walter O"Hara (1789-1874), coronel del ejército del Duque de Wellington, luchó contra los franceses en Navarra, donde fue herido. En concreto, en julio de 1813, participó en las batallas de Roncesvalles y Sorauren, que supusieron la derrota del ejército del mariscal Soult y el final de la presencia francesa en la Península.

O"Hara emigró después a Canadá, donde participó activamente en las revueltas de 1837. Se posicionó del lado del Gobierno y fue recompensado con 400 acres de terreno en la frontera occidental de Toronto. Lo que entonces eran campos fueron absorbidos por la ciudad y en ese lugar se nominaron hasta siete calles con nombres relacionados con el coronel, su familia o sus hechos de armas. Así, según recoge Wikipedia, en Toronto existen la avenida O"Hara, la avenida Fermanagh (condado irlandés donde nació), la calle Marion (el nombre de su esposa), la calle Constance (su hija), la avenida del Oeste de la Casa de Campo (el nombre de su estado) y las avenidas de Roncesvalles y Sorauren, en memoria de las batallas en tierras navarras.

Roncesvalles Avenue tiene 1,5 kilómetros de longitud, discurre en sentido norte-sur y da origen a un barrio denominado Roncesvalles Village. Hasta el extremo de la calle llega el tranvía 501 de Toronto, popularmente conocidos como red rockets, que luce el nombre de Roncesvalles en su panel informativo. Precisamente ahora Roncesvalles Avenue está en obras y en lugar del viejo rocket cubre el transporte al barrio el autobús 504. La siguiente gran calle hacia el este es Sorauren Avenue, que a su vez da nombre al Sorauren Avenue Park, el lugar donde se celebra la fiesta de Halloween y el centro de recreo del barrio. El parque cuenta incluso con una página web sobre el vecindario y las actividades que allí se desarrollan: www.soraurenpark.com.

barrio polaco Toronto es una de las ciudades más multirraciales del mundo y la zona de Roncesvalles es actualmente el centro de la comunidad de emigrantes polacos. A tal punto se han apoderado del barrio que, según cuenta Mayte Mendia, hace unos años intentaron cambiar el nombre de la avenida por el de Juan Pablo II (hay una estatua del pontífice polaco en Roncesvalles Avenue). Sin embargo, el Ayuntamiento de Toronto no aceptó la propuesta, sin duda para no borrar un nombre que forma parte de la historia de los colonizadores de la ciudad.

La calle es bastante animada, con restaurantes y tiendas, en muchas de cuyas puertas se puede leer Polsku de mowimy po (se habla polaco). En el barrio está la redacción de Gazeta, el periódico polaco de Toronto, las oficinas del Congreso Nacional Polaco-Canadiense y dos iglesias católicas, las de Casimir y San Vicente de Paúl, que a su vez da nombre a una escuela en la que se dan clases de polaco.