Marcilla De los visigodos a la actualidad
Allá por el año 610, el rey Gundemaro decidió erigir a la vega del río Aragón un monasterio. Ahora, 1.400 años después, Marcilla afronta la efemérides de la fundación de la villa, y este recordatorio presidirá todos sus actos oficiales y culturales.
La villa de Marcilla ya tiene 1.400 años y a lo largo de 2010 se conmemorará este longevo aniversario. Fue en el año 610 cuando el rey visigodo Gundemaro decidió levantar un monasterio en lo que hoy es el pueblo de Marcilla, que ocuparon las monjas benedictinas. Aunque han aparecido diferentes restos que certifican la presencia de habitantes desde la época romana, la villa ribera celebra este año la efemérides con diversos actos de toda índole.
El primero de ellos fue un concierto el 3 de enero, a cargo de la Banda Joven de Marcilla, y pronto se dará a conocer el extenso calendario cultural que se amparará bajo el logotipo del 1.400º aniversario. Para ello, el alcalde de Marcilla agradeció la importancia de la apuesta cultural que se hace desde los propios vecinos. "Somos uno de los pueblos con más valor cultural, un mayor porcentaje de licenciados por habitante, y eso se traduce en la enorme participación que hay a lo largo del año en cualquier tipo de convocatoria", señaló. En este sentido, Abárzuza adelantó que desde las concejalías de Cultura, Deporte y Festejos se va a trabajar intensamente "para ofrecer un programa muy amplio a todos los marcilleses y a quienes nos visiten".
José Mª Abárzuza presentó el pasado 3 de enero la imagen corporativa que acompañará durante 2010 todos los actos oficiales. "Este logotipo representará un sentimiento y un calendario de actividades que esperamos sean del agrado de todos", concluyó el alcalde de Marcilla durante la presentación.
Historia de la fundación En el contexto de la persecución a los católicos entre los siglos V y VII con el arrianismo, los visigodos lucharon por mantener la fe cristiana entre la población. Así, el rey Gundemaro decidió imponerse contra la doctrina arriana junto a su pequeño ejército. La expedición, partida desde Toledo, se hacía acompañar por la imagen de la Virgen Blanca que, según la leyenda, había sido fabricada en Antioquía por San Lucas y traída a España por San Pedro. Cuando Gundemaro ya había penetrado en Navarra (ésta era entonces el núcleo de los vascones), salieron a su encuentro los rebeldes en la llanuras Ridienses, lo que hoy es Marcilla. Según los archivos históricos, el rey visigodo y su milicia embistieron con tal fuerza que vencieron al enemigo. Sin embargo, los infieles se rehicieron en el norte y Gundemaro volvió a luchar contra ellos y les venció de nuevo. Al volver triunfante a Toledo, pasó por dichas llanuras Ridienses y, acordándose de la primera batalla, decidió construir allí un pequeño monasterio. Con la invasión mora, lo que ahora es Marcilla volvió a quedar abandonado y despoblado, limitándose los habitantes de la región a vivir en las faldas de los montes de Peralta, Falces y Funes como medida de protección.
¿Marcillac o Marzieylla? Existen varias pruebas que confirman la localización del monasterio de la Virgen Blanca en Marcilla, aunque no se sabe si se construyó en el lugar exacto de la batalla contra los vascones. Tampoco se sabe bien por qué a esta llanura se le llamaba Ridiense y cómo empezó a denominarse Marcilla. Fray P. Fabo (Historia de Marcilla, 1917) la relaciona con Francia: En el país galo existen tres pueblos con el nombre de Marcillé, catorce con el de Marcilly y siete con el de Marcillac, todos perfectamente distintos. Además existe la famosa abadía benedictina de Marcillac, a orillas del Selle. Sí se sabe que es en el siglo XIII cuando claramente se nombra al lugar como Marzieylla, en el testamento del rey navarro Teobaldo II.
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