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El carnaval piñata transforma Alsasua

Aunque ya hace días que comenzó la Cuaresma, los alsasuarras se resisten a quitarse la máscara. Y el carnaval piñata les da licencia para disfrutar. Ayer, esta fiesta volvió a demostrar su buena salud, llenando de color, humor y música la villa.

El carnaval piñata transforma AlsasuaNEREA MAZKIARÁN

ayer todo era posible, en Alsasua, desde retroceder varios siglos con un mercado medieval o dar un salto al futuro con personajes de La Guerra de las galaxias. Hasta los muertos resucitaron. Y es que ayer se vieron varios Michael Jackson con sus mascarillas. Junto a ellos, un mar de variopintos personajes que demostraron que los alsasuarras se vuelcan en su carnaval piñata. Poco importa que ya vivieron el pasado martes un multitudinario carnaval rural y que ya ha empezado la Cuaresma. Ayer tocaba mostrar la cara urbana del homenaje a Don Carnal. Y lo hicieron a lo grande. Además, la meteorología acompañó con un sol radiante tras varios días lluviosos.

Imaginación y ganas no faltaban. "Comenzamos los preparativos hacia Navidad. Nos reunimos para una tormenta de ideas, eligiendo una. A partir de ahí, se comienza a trabajar el tema", explicó una pirata de la cuadrilla de Jack Espárrago, junto a medio centenar de corsarios de toda las edades recién llegados del Caribe. Así, abundaban detalles como los barriles sobre los que corrían ratas, cañones o la mazmorra para los prisioneros sin faltar el barco sobre el que ondeaba la bandera pirata.

La puesta en escena del mercado medieval también fue muy admirada. Junto a los tenderetes de un zapatero y verduras había una taberna, poblada de distintos personajes. Fuera, una echadora de cartas adivinaba el futuro por tres maravedíes mientras otro se ganaba la vida haciendo demostraciones de cetrería. También merodeaba un leproso del que todos escapaban.

Otro grupo muy numeroso fue el del centro cultural extremeño La Encina que reunió a unas 60 personas. Iban disfrazados de personajes de la serie Los Picapiedras alrededor de un tronco móvil. Motorizado también llegó un grupo de bomberos que intentó vender un calendario en el que lucían músculo.

Otros llegaron en barco, como un grupo de náufragos, y otros incluso en avión, con la tripulación al completo. Pero muchos no necesitaban vehículos, movidos por las ganas de juerga. Eran payasos, vaqueros, gallinas, farolas, mexicanos, góticos, hippies, boxeadores, tiroleses, egipcios entre otros personajes junto a otros inclasificables. Y no hay fiesta sin música, que fue de la mano de la banda Haize Berriak que trajo temas de aquellos maravillosos años.