EN 1930 la calle de la Mañueta se iniciaba, en su parte más alta, con una casa situada en un solar estrecho e irregular, rematado en ángulo agudo, como se ve en la imagen. Era una calle castiza, donde todos los vecinos se conocían por sus nombres y se saludaban a diario al cruzarse por la vía pública o al verse de balcón a balcón. En la foto, unas parroquianas que bajaban por la calle de la Navarrería, a primera hora de la mañana, han detenido su paso y miran sonrientes a la cámara, alguna de ellas periódico en mano.

El nombre de la calle es de significado incierto, aunque de aparente raíz euskaldun, sobre todo por su sufijo final abundancial "-eta". Se ha dicho que puede proceder del término "bainueta", interpretándose como "lugar de los baños", recordando que se encontraron cerca los restos de unas termas de origen romano, o bien como "lugar de los caños" o "kainueta", anotándose que en la Edad Media hubo en Pamplona una "Rúa de los Caños", actualmente de localización problemática e incierta.

HOY EN DÍA, la calle ha sufrido algunas alteraciones relevantes, aunque se reconoce sin dificultad el mismo paisaje urbano de la imagen de la izquierda. La calle perdió su frontón original, clausurado en 1954 y derribado después, aunque sobrevive felizmente la antiquísima y célebre churrería. También echamos en falta el impecable adoquín pamplonés, tradicional en la ciudad desde el siglo XVIII y que se ha ido perdiendo, víctima del maltrato, la desidia, la ignorancia y el mal gusto de algunos políticos cuyo nombre no merece figurar aquí.

La casa de la esquina también fue derribada, en los años 80, y en su lugar se construyó un edificio moderno con abundante carpintería metálica. La prensa de la época dijo que "la casa de la esquina de la Mañueta lleva nuevos modelos arquitectónicos al casco antiguo", ¡como si nuestra parte vieja tuviera necesidad de nuevos modelos arquitectónicos...! Y no me puedo resistir a decir, para terminar, que en la vivienda del segundo balcón del extremo derecho de la fotografía vio sus primeras luces quien estas líneas escribe...