mutilva. Eugenio Lecumberri, de 70 años, dejó ayer la parroquia de San Pedro de Mutilva. Continuará con su labor en Tajonar y se encargará de Zolina, donde va a "reconstruir la iglesia románica".
¿Cómo ha vivido este día?
Con emoción, porque son muchas las cosas que en este momento se expresan de mucha gente que te quiere, que ha colaborado contigo y que, de alguna forma, siente este cambio. Y también con esperanza, ya que vienen dos curas más jóvenes que yo. Les costará un poco iniciar la tarea, porque ahora se unen las dos parroquias, esto va aumentando muchísimo y Mutilva resulta difícil para organizar el trabajo. Me quedo en el valle y viviré con la gente aunque no como párroco, pero sí como ciudadano, hermano y amigo.
¿Cómo afronta esta nueva etapa?
La voy a tomar para recuperarme un poco, porque llevo un desgaste entre la Fundación Ilundáin, la pastoral... y los años no pasan en balde. Quiero descansar, retomar cosas, profundizar en lo que he hecho y estar como siempre a disposición de la gente.
¿Qué recuerdo se lleva?
Me siento un poco el gestor y el constructor de esta parroquia y para mí es la mejor. Tiene los recursos más modernos que, de alguna forma, facilitan muchísimo la labor desde el punto de vista social, de encuentros, fiestas, vivienda, religioso... Es un complejo que te ayuda muchísimo a estar disponible.