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Pamplona, de 1.000 sabores

Pamplona se aleja de su gastronomía y se acerca a los sabores exóticos. Como si de un tour se tratara, países del mundo se pueden degustar mediante sus platos más típicos.

Pamplona, de 1.000 saboresFoto: i. Aguinaga

podría ser el Tour de Francia. Con su Alpe d"Huez y sus etapas; frías, calientes, llenas de adrenalina, picantes o impregnadas de cierto glamour, también con un toque exótico... De ésas que te hacen levantarte del sillón porque marcan la diferencia, en el sabor final.

Pero esto no es Francia, sino Pamplona. Y esta vez no se trata de pedalear, sino de degustar. De conocer el tour de los sabores exóticos. Desde México, pasando por la República Dominicana, Brasil, Marruecos, Turquía, China, Japón, Argentina y la meta final, Pamplona.

méxico

Lindo y querido

¡Que suene el mariachi! Eso es lo que Álvaro Lujambio quiso transmitir, hace un año y medio, en su restaurante Águila o Sol, en el Pasaje de la Luna, 1. Y, de paso, desmentir algunos mitos de la comida mexicana. "La comida no es picante. Por un lado está el plato y por otro la salsa. En México gusta, pero no es lo propio", señala. El segundo es que "no es pesada para el estómago, ni todo es pollo". Y, el tercero, que no se debe confundir con el Tex mex (una fusión de una parte de la comida mexicana con la cocina del sur de EEUU). "Llevo veinte años viviendo en México y no sé qué son los burritos y los fajitos", subraya. Por todo ello, decidieron apostar por el taco. "Te permite combinar muchas opciones", explica. Dos con éxito son el taco al pastor (carne al horno con marinado) y el taco gobernador (gambas, pimiento verde, rojo, cebolla y queso). Otra peculiaridad del taco es que "está hecho para comerse en dos bocados", afirma.

santo domingo

Salsa desde hace 20 años

La alegría dominicana llegó a Pamplona hace 20 años de la mano de Rosana. En su bar Badar (Avenida Marcelo Celayeta, 127), al ritmo de la bachata, el merengue y la salsa se cocinan las kipes (croquetas de trigo), la picada (diferentes tipos de carne) o el moro de gandule (arroz con guisantes), al que se le añade orégano, pimientos, ajo o cebolla. Asimismo, han tenido que variar algún plato: en lugar de plátanos, se sirven patatas. Y el arroz es "más rápido y más duro", al cocinarse en una vasija de aluminio.

La alegría se contagia y muchas veces a Rosana le han pedido que "les enseñe a bailar la salsa. Sobre todo, los hombres porque las mujeres ya nos animamos nosotras", apunta. Aunque no duda en señalar que los navarros, "aunque parecen distantes, son muy alegres".

argentina

Más allá del mate

Hasta el año 2006, Pamplona no contaba con un restaurante argentino, pero gracias a José Luis Lizarbe y a su amor por el país, La Parrilla Argentina (C/García Castañón 14) abrió sus puertas ofreciendo un ambiente original a los comensales, trasladándoles al país gracias a sus dos comedores; La Pampa, con la parrilla de asados y su decoración campestre y el salón de Buenos Aires, dedicado a la gran urbe del sur.

Exportando la carne directamente de la Pampa o bebidas tradicionales como la caña Legui o el Fernet, "las ricas empanadas criollas, la carne con sus achuras, el queso provoletta servido en una parrilla con sus briznas de carbón de leñas y los deliciosos postres argentinos son las especialidades de la casa", comentó Lizarbe. Según indica el propietario, "a pesar de que Pamplona sea una plaza difícil porque aquí se come muy bien, entre la demanda de los pamploneses se encuentran el bife de lomo (entrecot de novillo) y el solomillo (lomo argentino del novillo)".

brasil

Un carnaval de sabores

Un salacenco en Brasil. Podría ser el nombre de un reality de televisión pero no. Maxim Samper, vecino de Salazar, viajó a Brasil hace 7 años y decidió traer a Pamplona un trozo de la tierra que había visitado. abriendo el restaurante El Rodizio Brasileño en Monasterio De Urdax, 49. "Me gustó la gastronomía y el sistema para cocinar los alimentos. Me quedé encantado y decidí traer el modo de cocinar brasileño a Navarra", indicó Samper. La mayoría de la clientela que visita este restaurante con capacidad para 120 personas es gente extranjera residente en Pamplona. "Los vecinos de Pamplona vienen por curiosidad, pero al estar dirigido a las personas del país de origen, vienen más brasileños, ecuatorianos, etc", apuntó. Entre su clientela más fiel, se encuentran familias y parejas. El Rodizio Brasileño ofrece entre sus especialidades, 14 tipos de carne exportada directamente desde Argentina y Brasil. Entre ellas, las costillas de porço, mamiña (rabillo de ternera) o cupin (joroba de buey). Por otra parte, un bufete extenso de ensaladas variadas combinadas al gusto del cliente. "No sabría decir qué plato prefiere la gente, pero las ensaladas y la carne es un alimento muy demandado", indicó.

marruecos

A un paso del cuscús

Ocurrió hace 16 años. Soad Elgtaibi, marroquí de 43 años, quiso que las fronteras entre Pamplona y Marruecos, Siria, Egipto, Túnez, Argelia o Líbano desaparecieran en lo referente a la gastronomía. Así nació el restaurante Alsafir, situado en Castillo de Maya, 39. "Nuestra especialidad son los cuscús, los tallines y las brochetas, aunque lo que más gusta es el falafel (fritos de verduras) y el cuscús (sémola al vapor con verdura, carne o pescado)", afirma Soad. El vino no se queda atrás. Está el sidi ebhibrahim, traído de Túnez y Argelia, y el Meknas, proveniente de una ciudad de Marruecos. Sin embargo, los clientes no se acercan sólo por la gastronomía, también para obtener información. "Preguntan sobre los países árabes, cómo ir a Marruecos, por dónde moverse, el cambio de moneda", explica.

Y, pese a encontrarse a miles de kilómetros de su país, Marruecos, no olvidan sus tradiciones. "Este verano va a ser duro por el Ramadán. No podemos beber ni comer desde que sale el sol hasta que se mete", explica.

turquía

El rey del kebab

Hace ya algunos años un alimento de origen turco llego al país. A pesar de que al principio esos trozos de carne de cordero o pollo eran desconocidos para muchos, poco a poco el ya famoso kebab se ha ido introduciendo en las costumbres culinarias de muchos países. Ese nuevo alimento también llegó a Pamplona, muchos turcos, árabes o indios se han instalado en la ciudad para abrir varios restaurantes. Entre ellos, el Döner Kebab (que significa carne que gira en turco) de la calle San Lorenzo 20. "A la gente de Pamplona le encanta el kebab de cordero o pollo sobre todo a altas horas de la noche", explicó Mubashar Hussain, trabajador del restaurante. Este taco turco se sirve con lechuga, cebolla, tomate, carne y unas salsas turcas "que enganchan". Pero este restaurante con capacidad para 20 personas no sólo sirve kebab, la pizza turca hecha con carne picada, tomate o pimientos, a pesar de estar en un segundo plano, también tiene su lugar en el Döner Kebab.

china

Rompiendo estereotipos

Como muchas personas, hace 21 años la familia Chen tuvo que dejar su país en busca de un futuro mejor. Viniendo de China, país que dispone de una amplia tradición culinaria, decidieron traer un trozo de su tierra y formar el restaurante La Gran Muralla II (calle Irunlarrea, 8 bis) para dar a conocer no sólo el arroz tres delicias y los rollitos de primavera, sino también muchos platos donde el comensal podría romper con los estereotipos y sumergirse en un mar de sabores y texturas nuevas con especies y alimentos traídos del país de origen. Según indicó Xiaoli Chen, el plato estrella del restaurante es el pato pequinés. Esta delicia se sirve asado con unas tortitas, cebollas y zanahorias. De esta forma, cada comensal elabora su crepe. Por otra parte, en su amplio menú de degustación, ofrecen las deliciosas empanadas de verduras al vapor. "Al principio chocaba, pero ofrece una textura diferente a la comida de aquí", señaló Chen. "En general la aceptación de la comida china es bastante positiva. La gente ha superado los tópicos y cada vez se animan más a aventurarse en la gastronomía china", opina tras años de experiencia.

japón

El país del sol naciente

Desde hace ocho años, el país del sol naciente alumbró a Pamplona con su plato estrella: sushi. O pescado crudo. Puede ser gambas, salmón, rodaballo o atún. Y se toma con diferentes salsas: de jengibre, soja o wasabi (proviene de una planta picante). El restaurante Yamaguchi, en la calle San Roque 19, representa un Japón en pequeño. Hay kimonos para los clientes, el pescado y la carne, cortados en pequeños trozos, se comen con palillos y la mayoría de la comida se realiza a la plancha.

El cocinero Lin se encarga de realizar malabarismos con las botellas o embellecer la comida con florituras. También hay un vino típico del país, la jarra de Sake (vino de arroz) que puede servirse caliente o frío. También hay un menú asiático basado en platos de Corea, Tailandia o Indonesia.

Aquí acaba el tour de sabores y sensaciones culinarias de Pamplona. Ante los pamploneses se extiende un largo abanico de restaurantes que permitirán a los clientes viajar a países lejanos sin moverse de la silla. Que aproveche.

l El Ramadán, en Alsafir. Soad Egtaibi y su familia, marroquís y encargados, del restaurante Alsafir, no comerán ni beberán desde la salida del sol hasta la puesta, cumpliendo así con este periodo religioso.

l Clientes con kimono. En el restaurante Yamaguchi los clientes tienen un kimono a su disposición si quieren ver cómo se cocinan los platos a la plancha.

l Aprender salsa y bachata. Son varios los clientes que piden a Rosana, del bar Badar, que les enseñe a bailar salsa y bachata.

l 123 nacionalidades distintas en Pamplona. Así lo indica el padrón de diciembre de 2009 de la capital.