Un libro refleja la vida y costumbres de Etxauri en la época de 1560 a 1750
Obra de Enrique Navascués, se trata de un trabajo inédito en el que se detalla la genealogía del pueblo
ETXAURI. La editorial Altaffaylla Kultur Taldea acaba de publicar recientemente el libro Etxauri 1560-1750, una obra en la que se recoge la vida, costumbres, cultura y una extensa genealogía de los habitantes de este pueblo navarro en una época muy concreta, un período "olvidado", en palabras de su autor, Enrique Navascués: "Nadie sabe nada de todo eso, preguntas a la gente del pueblo sobre las casas que había entonces y apenas se han mantenido los nombres de siete u ocho", dice.
Hace diez años, este ingeniero donostiarra con raíces en Etxauri por parte paterna empezó a indagar sobre su historia familiar, una aventura que acabó por convertirse en un libro de 590 páginas, merced además a su colaboración con la Asociación de Genealogía Antzina. "Siempre me ha interesado la historia y cuando venía a Etxauri me gustaba enredar en los desvanes.
Vas teniendo una conciencia de la nebulosa de parientes que hay por ahí y que ya han desparecido todos, así que empecé a hacer un árbol genealógico", explica Enrique Navascués. "Comencé a enredar un poco, me metí en el archivo parroquial e hice un pequeño árbol genealógico que fue creciendo y al final llegué lo más lejos que pude, a 1560, porque es cuando empiezan los archivos parroquiales", añade.
En su búsqueda de documentación, el autor reconoce que contó con una inestimable ayuda, la del párroco Vicente San Martín, "que siempre se ha portado muy bien conmigo y me ha abierto las puertas". Además de acceder también a los archivos municipales, una de sus fuentes más preciadas ha sido la propia documentación familiar. "En la familia teníamos una colección de papeles bastante buena, con documentos incluso de 1560, y yo sé que en Etxauri hay vecinos que también tienen, aunque son más reacios a sacarlos", reconoce.
UNA OBRA MUY COMPLETA
El libro de Enrique Navascués busca ser un reflejo profundo y detallado de la vida en esta época. Una vida en la que los habitantes de Etxauri "eran unos auténticos sufridores, a mi modo de ver eran unos miserables, que vivían en unas condiciones de vida muy duras", expone. "Sometidos" a la monarquía o a la iglesia, "lo único que funcionaba era una especie de reliquias del feudalismo en cuestión de castas", explica el autor donostiarra.
La parte más extensa de la obra, 66 capítulos, se destina a las familias de Etxauri los Ayerra, los Beriáin, los Belascoayn o los Astyz, entre otros muchos. Asimismo, el libro refleja la cultura y modo de vida de sus habitantes. Datos curiosos como que el maestro de la escuela hacía además de sacristán e incluso de campanero; que Etxauri contaba con un juglar o cantor que deleitaba a los vecinos por fiestas o eventos importantes; o la presencia de dos lenguas, el romance y el bascongado. Además, detalla las profesiones de la época, como albañiles, albeytar, artesanos, barberos, pellejeros, porqueros o sastres.
Enrique Navascués dedica la última parte de la obra a la heráldica, incluida la de pueblos colindantes. Y es que, como dice, "me daba pena restringir el libro a Etxauri cuando hay mucha gente que viene de fuera. Así que he ido casa por casa fotografiando los escudos".
Este ingeniero amante de la historia reconoce que "a los vecinos les ha gustado el libro" y, aunque ha tenido que limitarlo cronológicamente hasta 1750, es posible "que haya una continuación".