orkoien. El Ayuntamiento de Orkoien ha reconocido a Ángel Gutiérrez, concejal de Unión de Izquierdas de Orkoien fallecido durante esta legislatura, poniendo su nombre al nuevo centro cívico municipal, inaugurado ayer. El alcalde, Casimiro Larrea (UIO), destacó su implicación en la vida cultural y social de la localidad. "No fue un escritor famoso, poeta o dramaturgo. Fue un hombre normal, que dedicó gran parte de su vida a trabajar por los demás", indicó el primer edil. Primero, como sindicalista, y después, como concejal, donde asumió las áreas de Cultura, Juventud e Industria. "Nos dio una gran lección de cómo hay que afrontar la vida, la enfermedad y la muerte", sostuvo.
Posteriormente, Larrea explicó que el equipo de gobierno quería "concentrar el mayor número de servicios posibles" en el edificio, e incluso intentaron que acogiese el club de jubilados y el local joven, pero no fue posible. Con 3.227 metros cuadrados de superficie, las instalaciones cuentan con una ludoteca, una biblioteca, una biblioteca infantil y una zona wifi, en la planta baja: los servicios municipales de Deporte, Cultura, Euskera y Servicios Sociales, en la primera planta; y la escuela de música, en la segunda. Asimismo, dispone de un espacio escénico con capacidad para 260 personas. El alcalde deseó que sea "un edificio emblemático, un referente cultural, social y de encuentro para nuestros vecinos".
Posteriormente, Larrea y Lourdes Toral, viuda de Gutiérrez, descubrieron la placa conmemorativa de la inauguración del Centro Cívico Municipal-Udal Gizarte Etxea Ángel Gutiérrez y una dantzari bailó un aurresku. Tras recibir un ramo de flores, Toral tomó la palabra para expresar su agradecimiento: "Es para mí un orgullo que esta gran casa lleve el nombre de Ángel Gutiérrez". "Normalmente buscamos referencias en las grandes eminencias sociales, en los grandes maestros, en famosos que han obtenido grandes logros, y nos solemos olvidar de las cosas más sencillas. Eso es lo que Ángel nos ha aportado. El mensaje que nos ha dejado es el amor a la vida, de la dignidad de la persona ante la adversidad, del compromiso social pero, sobre todo, las ganas de vivir cada día, de ser consecuente con nuestras responsabilidades y no dejar que la adversidad nos incapacite, aunque necesitemos de una silla de ruedas", concluyó. El acto finalizó con una visita a las instalaciones y un aperitivo en el salón de actos.