cintruénigo. Un total de 230 socios de la Bodega Cooperativa Cirbonera celebraron el domingo pasado la fiesta de su patrón, San Isidro Labrador, con un comida de hermandad en el restaurante Maher. A su vez, 35 miembros de la cofradía del santo madrileño organizaron una comida en la cafetería del club de jubilados, donde tuvieron el tradicional menú a base de habas frescas guisadas y cordero asado.

Los actos se iniciaron al amanecer con el canto de la aurora. Al mediodía se citaron los miembros de la junta de la Bodega Cooperativa y los cofrades de San Isidro y precedidos de los estandartes de ambas entidades, y al redoble del tambor, se dirigieron a la iglesia parroquial. Allí, cuatro miembros de la cofradía sacaron en procesión, presidida por el párroco, al santo, por varias calles del Casco Viejo. Tras una misa, los miembros de la cofradía y el párroco acudieron al club de jubilados para el reparto de la tradicional reliquia del santo, consistente en 300 panecillos con queso.

Por otro lado, antes de la comida, a la que fueron invitados el alcalde, Adolfo Navascués, y miembros de la corporación, así como algunos parlamentarios forales vinculados a la localidad, el recién elegido presidente, Manolo García, felicitó a los socios y comentó algunos pormenores de la situación por la que atraviesa esta sociedad cooperativa. Se trata de la entidad de estas características más grande de la Comunidad Foral y que intenta salir a flote con importantes inversiones y, sobre todo, cuidando al máximo la calidad de sus vinos.

Este año, los mayordomos de la cofradía fueron Jesús Fernández Chivite y su hijo Lucio Fernández Yanguas. La cofradía cuenta en la actualidad con unos 80 socios.