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Los secretos mágicos del aloe vera

conchi alonso aborda las cualidades de esta planta en su libro 'Ríos de salud y belleza con aloe vera'

Los secretos mágicos del aloe veraD.N.

desde que la peraltesa Concepción Amalia Alonso llegó a Olite, muchos han sido los vecinos que se han sumado a la moda del aloe vera. Tal ha sido el revuelo que ha suscitado, que la experta en reflexología, reiki y plantas medicinales ha decidido sacar a la venta un libro, titulado Ríos de Salud y Belleza con aloe vera, con el objetivo de enseñar, a través de un lenguaje claro y directo, algunos trucos básicos dirigidos tanto a la manipulación de la planta, como a su cultivo directo.

En concreto, en este libro de 108 páginas el lector puede encontrar 25 recetas relativamente sencillas de elaborar y 100% naturales, enfocadas sobre todo a la elaboración de cremas de belleza, jarabes para depurar el organismo, batidos purificadores o consejos para aliviar dolores de oído, esguinces, hongos o rojeces. Por el momento, Concepción ha vendido 700 ejemplares de su obra, motivo por el que ha decidido sacar una segunda edición. "El libro se vende bien, pero lo más importante y lo que más me importa es que la gente haga las recetas y vea los resultados. Además, considero que elaborando estas recetas de salud y belleza se puede pasar una buena tarde. Evitamos gastos innecesarios y nos realizamos como pequeñas curanderas", afirma.

Tal y como reconoce la propia autora del libro, su relación con el aloe vera surgió de forma casual. "Todo comenzó cuando un paciente al que estaba tratando con reflexología llegó a mi consulta con varias úlceras provocadas por la diabetes que padecía. Fue entonces cuando le preparé un ungüento elaborado a partir de caléndula, saúco, lavanda, cardo mariano, perico y aloe vera y vi que mejoraba. A partir de entonces, de esto hace ya 15 años, me introduje cada vez más en el mundo del aloe vera, y hasta ahora".

Uno de los trucos que da Concepción Alonso en su libro tiene que ver con el estado de conservación de la planta. "El aloe vera es muy difícil de conservar porque la mayor parte es agua, así que lo mejor es dejarla escurrir una noche para que la toxina denominada aloína se elimine al máximo y después utilizarla de inmediato o congelarla en trocitos de unos 40 o 50 gramos, como si fuesen barritas de chaca. Así, cuando la necesitemos, sólo tendremos que sacarla del congelador, quitarle la piel en el grifo y utilizarla".

Asimismo, la escritora explica que antes de comidas copiosas es aconsejable tomar aloe vera en trocitos para ayudar a que la digestión sea más rápida. "Ahora que empieza a haber más bodas, y que los Sanfermines están a la vuelta de la esquina, es recomendable tomar, antes de comer o beber, un trocito de aloe vera acompañado con un yogurt, un poco de miel o un zumo", indica Alonso.

Del mismo modo, cabe resaltar que la escritora es muy conocida en todo Navarra y País Vasco por impartir varios cursos relacionados con la manipulación de esta planta. Para formarse al respecto, Alonso recuerda que visitó países como Alemania y Suiza, o comunidades autónomas con una reconocida proyección en la utilización de esta planta como Gran Canarias. De todos estos viajes, Consuelo ha llegado a la conclusión de que la mejor manera de limpiar las hojas de aloe vera es "cortar una hoja y dejarla reposar toda la noche. A continuación, lavar bien las hojas para que no se contamine el gel y cortar tanto los dos extremos de la hoja como los dos cantos de las espinas. Para finalizar, abrir la hoja por la mitad y extraerle el gel".

Tras el éxito cosechado, Alonso admite que ya está pensando en escribir un segundo libro, pero esta vez "algo más extenso y en el que quepan más recetas". También pretende poner en funcionamiento una cooperativa de productos artesanos de aloe vera en Olite, para acabar con el desempleo de la zona. Pero hasta que la cooperativa sea una realidad, Consuelo seguirá asistiendo a mercados medievales y artesanales por todo Navarra. Precisamente, su próxima cita será el domingo, 29 de mayo, en la Fiesta del Agua de Pitillas.