Grupo Ramos Industrial conmemoró el sábado medio siglo de andadura, un aniversario redondo que esta empresa de Altsasu quiso celebrar con sus trabajadores y trabajadoras en una jornada de puertas abiertas para que sus familias pudieran conocer de cerca las instalaciones. Pero sobre todo fue un homenaje a Juan Ramos y Patxi Leiza, los fundadores de esta empresa que ofrece soluciones integrales personalizadas, desde el diseño y fabricación de maquinaria especial, automatización y robótica a instalaciones eléctricas y mantenimiento además de suministros industriales y energía fotovoltaica. “Más que socios éramos amigos. Nos entendíamos perfectamente. Yo llevaba más la parte del taller y Juan más la comercial. Supimos complementarnos y nos poníamos de acuerdo en lo más importante”, destacó Patxi Leiza, muy emocionado cuando recordaba a Juan Ramos, fallecido en 2019

Roberto Ramos, Antonia Chaparro, viuda de Juan Ramos, Mª Pilar Razkin y Patxi Leitza tras el homenaje. N.M.

 

Dos electricistas con visión de futuro

Todo comenzó cuando estos dos electricistas, especializados en el rebobinado de motores, decidieron unirse con el convencimiento de que juntos serían más fuertes. “Hace 50 años tuvieron la valentía de iniciar este proyecto. Gracias a su visión, su esfuerzo y su constancia, hoy 120 familias viven de esta empresa. No es solo una cifra, supone un compromiso, una responsabilidad y motivo de orgullo”, señaló Pedro Latorre, gerente del grupo, formado por la empresa matriz de Altsasu, Ega Robotics, creada en 2020 para dar servicios a las empresas de Tierra Estella con personal local, y Koiote, en Pamplona, especializada en soluciones industriales 4.0 constituida en 2023, 

Asimismo, puso en el centro de la organización a las personas. “Vamos a seguir construyendo juntos este proyecto que empezó con mucha ilusión y que hoy sigue vivo gracias a todas vosotras y vosotros”. Al respecto, avanzó que las perspectivas de futuro son buenas. “Somos una empresa sólida, saneada y con una gran diversificación. Estas fortalezas son las que nos han mantenido estables durante los periodos de incertidumbre, como el que ahora vivimos. Miro al futuro con entusiasmo, porque gracias a nuestra gran capacidad de adaptación vamos a seguir encontrando oportunidades. Y las sabremos aprovechar gracias al gran equipo que formamos”, incidió. 

También hablaron de presente y futuro, cada cual desde su área, Iñaki Rodríguez, responsable de Soluciones Industriales; Jorge Martínez, de Automatización y Maquinaria y Miguel Escala, de Suministros Industriales.

“La empresa no sería lo mismo sin su equipo humano”, destacó Hiart Leitza, presentadora del acto. Por ello, se reconoció a los trabajadores que llevan más de 25 años en la empresa: Carlos Aristorena, Jesús Viedma, Garikoitz Arretxe, César Amezgaray, Jorge Martínez, Jesús Mari Mendinueta, Felipe Troyano, Iñaki Rodríguez, Itziar Etxandia, Javier Tuero, José Claver. César Otxoaerrarte y Alfredo Urkijo. También a los jubilados. Eran: Joxe Ramón Petriati, Fernando Irisarri, Igancio Morentín, Juanjo Florencio y César Górriz . Asimismo, se recordó a aquellos que ya no están.

Las familias de los trabajadores pudieron conocer las instalaciones en una visita guiada. N.M.

Un poco de historia de cinco décadas de trayectoria

Los comienzos fueron en un pequeño taller en la calle Zelai, 40, en Altsasu, como recordaba Leiza, que con 78 años sigue en activo con media jornada laboral. Corrían los años 70, unos tiempos de crecimiento industrial en la zona que les llevó a diversificar el servicio que ofrecían, principalmente rebobinado de motores e instalaciones, primero con la venta de suministros y después con reparaciones. 

“En 1989 me caí desde una altura de 12 metros, lo que me obligó a estar mes y medio en la cama, con mucho tiempo para pensar. Hasta entonces nos arrastraba el día a día. Pensé que la empresa no tenía que depender tanto de nosotros y coger técnicos para crecer, crear equipo, con una mirada a largo plazo”, recordaba. Así, comenzaron la automatización y nuevos proyectos. Otro momento clave fue el traslado a las antiguas instalaciones de Razesa en los años 90, que les permitió seguir creciendo, una trayectoria en la que han demostrado que Ramos Industrial es un socio confiable y con visión de futuro, capaz de ofrecer soluciones innovadoras y eficientes. “En nuestra trayectoria ha sido fundamental reinvertir los beneficios”, subrayó Leiza. 

Lo cierto es que esta empresa no ha parado de crecer en sus cinco décadas de vida. un tiempo en el que han construido relaciones sólidas con sus clientes, adaptándose a los cambios del mercado y evolucionando junto a las tecnologías emergentes, lo que les coloca a la vanguardia del sector industrial. Y es que cuenta con un equipo de ingenieros y técnicos altamente cualificados que ofrecen calidad y eficacia en cada proyecto, con soluciones personalizas. Se trata de un servicio integral las 24 horas de los 365 días del año, con una infraestructura propia que les permite ofrecer tiempos de respuesta ágiles y servicios personalizados.