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La depuradora del Bajo Ebro tratará las aguas residuales de Ablitas el próximo año

PAMPLONA. Estas obras de conexión requerirán una inversión de casi 2 millones de euros y se calcula que tendrán un plazo de ejecución de doce meses a partir del próximo mes de septiembre, una vez licitados los trabajos en verano.

El coste se financiará con cargo a los planes de infraestructuras locales (80%) y al canon de saneamiento (20%) que gestiona la empresa pública Navarra de Infraestructuras Locales, S.A. (NILSA), encargada también de dar una solución al tratamiento de las aguas residuales de Ablitas.

Esta población, con algo menos de 2.600 habitantes, cuenta con su propia planta de tratamiento, pero según ha señalado el Goiberno fue construida por la Confederación Hidrográfica del Ebro a principios de los ochenta y "ha quedado obsoleta".

Por su parte, la depuradora del Bajo Ebro, que trata las aguas residuales de Fustiñana, Ribaforada, Cabanillas y Buñuel, "tiene capacidad suficiente para admitir más caudal sin que sea necesario efectuar ningún tipo de ampliación técnica o de inversión extraordinaria".

Por eso, en atención a la "austeridad económica", unida al hecho de que el vertido de Ablitas es "perfectamente asimilable" al de las otras localidades, NILSA a desechado la construcción de una nueva depuradora para este municipio y ha considerado "más oportuno maximizar la posibilidades de la planta del Bajo Ebro", construida en 2006 y una de las mayores de Navarra.

La urgencia de la ocupación de los bienes y derechos afectados por la ejecución del proyecto se fundamenta, según el acuerdo de Gobierno, en que "la rápida ejecución de las obras es imprescindible para solucionar de forma inmediata la problemática medioambiental que implica el actual vertido del agua residual de Ablitas a un medio receptor inadecuado".