Desde cero, con un edificio prácticamente en ruinas, fueron poniendo su empeño y esfuerzo en una labor que ha resultado compleja en algunos momentos, aunque a la vez gratificante por sacarla adelante con sus propias manos. Ahora, dos años después, los habitantes de este concejo del Valle de Egüés abrirán las puertas de esta nueva dotación social el próximo 23 de junio, aunque lo harán con un sabor agridulce, ya que no podrán poner en marcha todo el edificio como les hubiera gustado.

La primera planta de la nueva casa concejil, donde se ha dispuesto un bar, una cocina y unos aseos, será la única que se abra de momento a los vecinos. Las otras dos, donde se prevé habilitar espacios para actividades de ocio y cultura, deberán esperar. La razón está en que en el último pleno de Egüés, con el voto de calidad del alcalde Josetxo Andía (UPN), se rechazó una modificación presupuestaria para destinar 60.000 euros a terminar las obras de este edificio. El PSN también votó en contra junto con los regionalistas. Ya el Ayuntamiento, con anterioridad, había otorgado unos 200.000 euros a esta casa concejil para comprar los materiales. "Los 60.000 euros iban a servir para cosas que no estaban incluidas en el proyecto inicial, como un ascensor (20.000 euros). Tampoco estaba contemplado el mobiliario y queremos hacer además un porche fuera que cuesta unos 8.000 euros, ya que en la plaza, por ejemplo, se espera al autobús. Además, también estamos pendientes de las terminaciones de arriba como techos, iluminación, calefacción, sanitarios, equipamiento...", explica Xabier Ziritza, presidente del concejo de Badostáin, donde hay censados 360 habitantes.

Respecto al rechazo a la modificación presupuestaria, Ziritza incide en que "nos ha sentado mal que, aparte de no darnos el dinero, se ha intentado desprestigiar el trabajo que se ha hecho aquí. Este es un sitio abierto a todo el mundo y desde el Ayuntamiento no se ha valorado el esfuerzo de la gente", sostiene. Su compañera en el concejo, Araceli Beato, critica que se "haya intentado desprestigiar todo el trabajo, diciendo que esto iba a ser poco más que un club privado".

Aunque la inauguración será el 23 de junio, el próximo viernes 1 está previsto que ya se pueda acceder al local con la tarjeta ciudadana. Ahora, tras el trabajo que ha aportado cada vecino en la casa concejil en la medida de sus posibilidades -también se ha tenido que contratar de forma profesional a algún gremio "ya que no había personas que entendieran de todo"-, será una junta gestora formada por los propios vecinos la que se encargue de organizar el trabajo de la casa concejil de Badostáin, construida por el pueblo y para el pueblo.