EN 1931 la actualidad estuvo indudablemente marcada por las elecciones del 12 de abril, que habían sido planteadas como un plebiscito para medir el apoyo popular a la monarquía, y que supusieron, sin embargo, un triunfo para los partidos republicanos. Así, dos días después de las elecciones, el 14 de abril de 1931, el rey Alfonso XIII de Borbón partía para el exilio, y era proclamada la Segunda República Española. Esto causó gran conmoción en Pamplona, ciudad dominada por los poderes fácticos católicos y derechistas, y en la que, no en vano, habían triunfado los partidos monárquicos. Ya incluso en la noche electoral se habían producido diferentes incidentes en la vieja Iruñea, y una turba de manifestantes había asaltado la sede de Diario de Navarra causando diferentes destrozos en sus oficinas.
La fotografía de aquel año nos muestra, muy lejos de la agitación reflejada más arriba, unas calles desiertas y muy tranquilas. Vemos en primer plano la Plaza del Príncipe de Viana, más conocida por el pueblo llano como Plaza Circular, con un tramo grande de la calle de Sancho el Mayor, a la izquierda, y el arranque de la de San Ignacio a la derecha.
HOY EN DÍA y a pesar de los 81 años transcurridos, no hemos encontrado muchas dificultades para localizar el mismo paisaje urbano, que se mantiene además perfectamente reconocible. La casa que ocupa el centro de la imagen permanece prácticamente igual, y otro tanto ocurre con el inmueble que cierra por la derecha y que presenta fachada curva. El arbolado de la plaza impide apreciar más detalles de las calles que parten de esta plaza, aunque sí podemos ver que la segunda casa de la calle de Sancho el Mayor permanece en su sitio, con su elegante galería superior, dotada de pilares. En cuanto a la calle de San Ignacio, la renovación operada parece mayor, y podemos distinguir el edificio del hotel Yoldi, así como el altísimo bloque blanco del Edificio Aurora, que se levantó en 1954.
Ah, por cierto, y volviendo a los incidentes acontecidos durante la noche electoral del 12 de abril de 1931, diremos que, aunque no se practicaron detenciones, desde Diario de Navarra no dudaron en achacarlos, públicamente y sin prueba alguna, a los nacionalistas vascos. Y es que hay cosas que no cambiarán nunca...