tudela. La Plataforma de Afectados por la Hipoteca de la Ribera logró aplazar la pasada semana un desahucio express en el número 3 de la calle Azcona Gamen después de que el propietario de la casa, el nigeriano Sunday Omoruyi, casado, con seis hijos y con un escaso conocimiento del castellano, se pusiera en contacto el día anterior con uno de los miembros para solicitar ayuda.

A las 10.00 horas, miembros de la plataforma junto a otros movimientos como 15-M, Asamblea de Mujeres de Tudela, Amimet y varios vecinos se personaron voluntariamente en el lugar para evitar el desahucio de la familia. Tras ellos llegaron el secretario judicial y el procurador del banco, quienes, según los miembros de la plataforma, "traían artillería dialéctica". Así, afirmaron que "el procurador se negó a aceptar un papel en el que pedíamos que la familia pudiera aguantar en el piso actual hasta que finalizara el año escolar y no perjudicar así a los más pequeños. Sin embargo, él decidió continuar hacia adelante amparándose en la ley". Finalmente, la presión ejercida por todos ellos logró que el desahucio se pospusiera hasta el próximo 5 de octubre.

Hasta entonces, la Plataforma de Afectados por la Hipoteca de la Ribera intentará conseguir un piso de alquiler adecuado a la capacidad económica de la familia ya que, dada su situación, no tienen opción de participar en ningún tipo de ayuda. "Hemos conseguido que por lo menos puedan sacar sus cosas del domicilio durante este pequeño plazo de tiempo. De lo contrario, tendrían que haberse ido con una maleta y el resto se hubiera quedado en la casa", indicó David Crespo, miembro de la plataforma.

situación familiar Sunday Omoruyi tiene seis hijos y vive junto a su mujer en el número 3 de la calle Azcona Gamen. Perdió su empleo hace tres años y desde entonces, la deuda que posee con el banco no ha hecho más que aumentar. "Él poseía al margen de la hipoteca un crédito personal. A este crédito fue dirigiendo el banco todo su dinero para asegurarse el cobro, mientras que el de la hipoteca se fue quedando al margen de los pagos", explicó Crespo. Además, añadió que "por un lado, no tienen una red familiar que les respalde y por otro, no saben lo que han firmado ni qué les dicen, no saben explicar su problema y, por lo tanto, no pueden negociar".

Los miembros de la plataforma se reunirán con los abogados y el banco el próximo lunes para intentar atajar el problema y entregar las llaves del piso antes de que acabe el plazo el 5 de octubre.