La Asociación Liédena-Ledea Elkartea nació hace tres años para impulsar la vida cultural de la pequeña localidad de la comarca de Sangüesa. Partió con 249 socios y una sede en el corazón del pueblo de tres plantas, cuya fachada luce en la plaza Padre Mendive, y alberga gastronomía, ocio y cultura.
De las 352 personas empadronadas en Liédena, 256 son socias, desde los 90 hasta los 5 años. Una sociedad intergeneracional, una gran familia que surgió de la inquietud de dinamizar la vida cultural, social y deportiva, con actividades para todas las edades desde enero hasta diciembre. Por si fuera poco, en los primeros meses de su andadura, la sociedad se embarcó en la organización del primer festival rural de circo y artes en la calle. Le llamaron Txokarrera Fest! y este mes celebra la tercera edición, el próximo sábado, día 21.
Pioneros de una actividad sin precedentes en la comarca, hoy se congratulan por el resultado. Pero sobre todo, ponen el foco en el latido que hace de Liédena un pueblo vivo. Son las voces de: Pedro Pablo Pascual Barber, Txema García Areso, Anabel Latorre Beaumont, Ana Mari Ventura Marturet e Irune Burguete Ventura, quienes desglosan en torno a la mesa todo lo que tiene cabida dentro y fuera de sus paredes.
Porque en la sociedad se come, se bebe, se canta, se baila y se habla, se juega a las cartas, se expone, se dan clases de pintura y charlas.... En ella conviven todas las generaciones que habitan la villa. “Desde el principio pensamos en acercar a la gente mayor del pueblo y organizar actividades para ellos”, adelanta Pedro Pablo Pascual. “En invierno, la gente mayor no saldría de casa y ahora se sale todos los fines de semana. Tenemos nuestros grupos de Whatsapp de cartas, de mus, grupos heterogéneos, y por supuesto, los grupos de a de trabajo. Basta con preguntar: ¿Sale alguien a jugar a la brisca o al mus?, y ya está el corro”, cuenta Anabel Latorre.
”Este es un pueblo que crece y está vivo. La sociedad nos mantiene unidos, está abierta a todo tipo de actividades, lo nuevo y lo viejo, las tradiciones. Se trata de “Mantener y avanzar”, resume Txema García.
Impulsos
Con este afán diseñan la agenda cronólogica anual: Cabalgata de Reyes, Carnaval, Liskar Cross, campeonato de mus, y brisca (de octubre a abril) procesión de Semana Santa, Txokarrera Fest! (su plato fuerte) cine y fiesta del final del verano, cursos de música, pintura y salidas de montaña.
“El Ayuntamiento tiene además, su programa de actividades en las escuelas y organiza íntegramente las fiestas. La sociedad es un complemento de ese calendario y lleva a cabo también su papel de acogida a la gente nueva que llega a vivir y a la juventud que se queda. Este es un sitio abierto, de reunión y celebración”, subrayan.
“En el último año la sociedad ha impulsado el Olentzero y la Korrika. Por vez primera el Carbonero recorrió en 2024 las calles de Liédena y el pueblo compró un km de apoyo al euskera. También organizamos korrika txiki”, apunta Irune Burguete Ventura. La joven de 20 años forma parte de la organización y considera que es necesario que la juventud se involucre más. “En algún momento hay que coger el relevo”, afirma convencida.
Lo que es un hecho es que en la organización del Txokarrera Fest! Liédena se vuelca. La comisión de trabajo de la que forman parte nuestros interlocutores cuenta con el apoyo de la junta al frente de la sociedad y con el respaldo imprescindible del voluntariado. “Es el ejemplo de que en pueblos pequeños se puede hacer algo grande con ideas y compromiso”, constata Irune.
Cae la tarde. Del corro de vecinas en la plaza, sale la octogenaria María Luisa Areso Artajo, para sumarse a la foto. En el banco de la sociedad, Silverio Artajo Carlos, de 87 años, posa con su nieta, Uxue Artajo Galé, de 5. “Esta gente hace una labor muy buena y muy importante para el pueblo. Tienen mucho interés y nos dan vida”, expresa el abuelo. “Es el espíritu que nos han transmitido. Hemos aprendido de ellos y de ellas, de sus ganas y de su apoyo siempre.”, declara Ana Mari.