FUEGO, aire, hierro y carbón son los elementos con los que la familia Brun lleva más de tres siglos trabajando de forma artesana. Con sus manos y la imaginación, a golpe de martillo sobre el yunque, consigue transformar un trozo de metal en una pieza única, elevando su trabajo a obra de arte. Son casi 350 años en los que, generación tras generación, los Brun han vivido unidos al hierro, transmitiendo de padres a hijos los secretos de este antiguo oficio. En la actualidad están al frente del negocio los hermanos Eduardo y Gerardo Brun Irisarri. Tomaron el relevo a su padre, Gerardo Brun Lapuente, maestro artesano que realizó obras como el monumento al Peregrino en Puente la Reina-Gares, o el monumento a Roldán en Ibañeta, entre otras.

Utilizando las técnicas tradicionales y combinando los diseños más vanguardistas, esta saga familiar ha conseguido una larga lista de premios, tanto a nivel nacional como internacional. Parte de este trabajo se puede ver en el museo de la forja inaugurado ayer en Izurdiaga, un nuevo atractivo turístico en Sakana. Ubicado en la casa-taller de la familia, el museo ofrece un recorrido por este viejo oficio. Así, hay un taller temático donde se puede ver un fuelle antiguo que hace funcionar la fragua, un tornillo para sujetar el hierro caliente, un taladro de mano y diversas herramientas como tenazas y martillos con las que se forjaban clavos, parrillas, pasadores y todo tipo de objetos.

Asimismo, hay una exposición donde se puede ver todo tipo de forja, con piezas clásicas como lámparas, morillos o diferentes clavos hasta piezas vanguardistas con técnicas tradicionales como verjas agujereadas en la fragua, sin ningún tipo de taladro y soldadura a la calda, como las hacían los antepasados de los Brun cuando no existían las soldaduras convencionales de la actualidad. También hay tallas forjadas, entre las que destaca un impresionante conjunto que representa la aparición de San Miguel a don Teodosio de Goñi cuando le iba a atacar el dragón de Aralar y piezas combinadas con otros materiales como vidrio.

Por otro lado, el museo cuenta con un espacio exterior al que el patriarca, Gerardo Brun, ha dedicado miles y miles de horas en la realización de esculturas, principalmente religiosas como el Nacimiento de Jesús, a quién el patriarca de los Brun ha dedicado unas 3.500 horas, Juan Pablo II, San Fermín, San Francisco Javier o San Juan entre otros. Y es que Gerardo Brun se declara una persona muy creyente.

FORMACIÓN Y TURISMO Además de taller, esta pequeña empresa familiar se dedica desde hace 30 años a la formación en forja y soldadura. Ahora también ofrece un turismo diferente, con un contacto directo con la artesanía. Es un servicio a la carta, de manera individualizada o en un grupo máximo de cinco personas, que ofrece una experiencia única en la que se podrá doblar el hierro y realizar sus propias piezas. Si bien era una idea que los hermanos Brun tenían en mente desde hace unos años, la crisis les ha empujado a llevarla a la práctica. "Llevamos unos 30 años impartiendo cursos de formación del Servicio Navarra de Empleo, principalmente en Pamplona. Pero con los recortes estos cursos, por los que han pasado más de 1.200 personas, han desaparecido", explicaron los hermanos Brun. "Hasta el año 2006-2007, colocábamos al 70% de los alumnos", apuntaron. Asimismo, han descendido notablemente los encargos para la construcción.

Así, estos artesanos ofrecen formación a la medida de cada uno en soldadura con diferentes técnicas y forja, animando a acercarse a su taller de Izurdiaga a "enredar en la fragua" y probar a sentir el poder jugar con la dureza del hierro hasta doblegarlo. Además, si se quiere, se encargan de buscar alojamiento, pudiéndose elegir los días y las horas. Más información en www.forjasbrun.com y en el teléfono 666 530 728.

"En un servicio doblemente interesante. Es una actividad de turismo, comercio y artesanía", señaló ayer Carlos Herce, director de Turismo y Comercio del Gobierno de Navarra, quien destacó la vertiente artística del trabajo que realizan los Brun. "Esta familia se ha distinguido siempre por su buen hacer y calidad", aseguró. También subrayó que desde el Ejecutivo se ha puesto en marcha el tercer plan de impulso del turismo, comercio y artesanía. Su objetivo es mejorar la competitividad del sector comercial, intensificar la cooperación público-privada y estrechar la relación entre el comercio, la artesanía y el turismo con el fin de aprovechar las sinergias que existen entre los tres ámbitos en la comunidad foral.