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La planta de transferencia de Doneztebe prestará servicio a 22.000 habitantes del Bidasoa

la inversión se eleva a 1,78 millones y se abrirá en marzo Está ubicada en el barrio de Oteiza y concentrará los residuos de Malerreka, Bortziriak y Baztan

La planta de transferencia de Doneztebe prestará servicio a 22.000 habitantes del BidasoaFoto: ondikol

elizondo. La estación de transferencia de residuos sólidos urbanos de Doneztebe, cuya construcción se encuentra en su fase final, estará en servicio para la próxima primavera y centralizará la recogida de las comarcas de Bortziriak, Malerreka y Baztan para su traslado posterior a las plantas de tratamiento. El centro se ha construido en el barrio de Oteiza, al pie de la N-121-A, con una inversión de 1,78 millones de euros, y atenderá a unas 22.000 personas.

Una planta de transferencia como la de Doneztebe consta de un edificio de control, una báscula, y dos naves, en una de las cuales están las tolvas. La construcción de la planta de transferencia permite minimizar el impacto medioambiental que ocasiona el transporte hasta los centros de tratamiento.

En Doneztebe se centralizará la recogida de las mancomunidades de las tres comarcas del Bidasoa y los residuos se compactarán y reducirán para su traslado posterior a las estaciones de tratamiento de El Culebrete (Tudela) o de Cárcar. El volumen de residuos sólidos urbanos que se genera en la cuenca del Bidasoa se estima entre las 7.500 y las 8.000 toneladas por año, y con la entrada en servicio de la planta de Doneztebe desaparecerán los vertederos actualmente existentes.

La puesta en marcha de la estación supondrá un importante ahorro económico al reducirse el transporte de los residuos, aproximadamente una tercera parte menos de desplazamientos, además de una indudable mejora medioambiental. También, en un futuro la planta de Doneztebe se espera que pueda trabajar la conocida como fracción resto y los envases, en su caso.

La planta ha sido promovida por el Consorcio de Residuos de Navarra por medio de la sociedad Navarra de Infraestructuras Locales, SA (NILSA) que adjudicó los trabajos en concurso abierto a Construcciones Amenabar, de Zarautz (Gipuzkoa), la constructora entre otros edificios emblemáticos del Palacio Kursaal, el Museo de San Telmo y el Basque Culinary Center de San Sebastián, y una larga experiencia en materia de obra civil. La empresa se adjudicó las obras con una baja del 21% en concurso al que concurrieron 13 empresas y dos uniones temporales, con ofertas que incluían desde bajas mínimas del 0,04% hasta la máxima del 31%, que no fue considerada, de una empresa.