el 8 de marzo del año 1988 comenzaba sus ensayos en la ciudad del Ega la Coral Ereintza, una agrupación musical por la que en 25 años han pasado unos 150 coralistas y que está de enhorabuena al celebrar en 2013 sus bodas de plata. Para conmemorarlas, el pasado sábado se organizó un primer acto, un multitudinario concierto en la iglesia de San Juan Bautista conjuntamente con la rondalla Los Estellicas.
En este cuarto de siglo, Ereintza Abesbatza ha tenido varios nombres propios, entre ellos, sin duda, el de Josetxo Arbeloa Suberviola, su director durante casi 19 años, desde el inicio hasta 2006. "La desaparición del Orfeón Estellés dejó un vacío muy grande y, seguramente por ese motivo, se creó el coro de voces graves Gurasoak (1977). Cuando ya estaba formado me llamaron a mí para dirigirlo, y acepté, aunque era mi primera experiencia en dirigir voces", recuerda Arbeloa. Sin embargo, la vida de Gurasoak no fue muy larga debido a las dificultades para ensayar. "Muchos de los que formaban parte (eran todos hombres) empezaron a trabajar a tres turnos, así que resultaba imposible ensayar. Hubo que dejarlo, y es una de las penas que me quedó, porque el coro estaba sonando muy bien por entonces".
Tras unos años de vacío, Arbeloa seguía dándole vueltas a la idea de crear un coro y, con el apoyo de los padres de Lizarra Ikastola, nació Ereintza. "Tenía la idea en la cabeza y me dirigí a la ikastola para ver si a través del centro podíamos promover un coro. Y justo cuando se lo iba a proponer, ellos me estaban buscando para hacer algo parecido; fue algo mutuo. Se apuntó gente de Gurasoak y el centro mandó un escrito a los padres para saber si alguien se quería sumar. Se hizo una reunión y poco después empezamos a ensayar, también en la ikastola, unas 35 personas", recuerda el ex director.
En este cuarto de siglo cerca de 150 personas han puesto la voz a la coral, según las cifras que maneja su actual director, Ramón Ayerra González, quien en 2009 le cogió el testigo tras tres años a la única mujer que ha llevado la batuta en estos años, Myriam Ojer Campos. "Ahora estamos 34 coralistas, pero muchos llevan desde el principio y algunos hasta estuvieron en el Orfeón Estellés", dice.
UN CONCIERTO EMOTIVO El primer acto de este 25 aniversario no pudo resultar mejor, ya que fue un auténtico éxito de asistencia y el concierto estuvo plagado de simbolismo. Se eligió la parroquia de San Juan porque allí debutó Ereintza en 1988 y abrieron la actuación con la primer pieza que se aprendió, Maitia nun zira. Además, se invitó a todos los ex coralistas a sumarse a esos primeros compases y fue Arbeloa quien dirigió la pieza, además de que se le entregó una placa como agradecimiento a su labor. "Además de los 34 que estamos ahora, vinieron otros 42, que son muchos, ya que unos viven fuera, hay gente que ha fallecido...", recuerda Ayerra. También la última pieza, el Agur Jaunak, contó con la aportación de los antiguos miembros de la coral, que forma parte de la Federación de Coros de Navarra. Y, como colofón, se organizó un lunch al que se invitó a todos los colaboradores de la agrupación.
Como ex coralista acudió, entre otros, José Torrecilla, de 83 años y que formó parte de Ereintza hasta 2007. "Recuerdo épocas en las que llegamos a estar entre 60 y 65 personas. Y lo pasábamos fenomenal ya que, además, después de cada concierto había siempre una comida o una cena, y seguíamos cantando. Además viajábamos todos los años por muchas ciudades".También esos recuerdos guarda Arbeloa. "Aunque hubo altibajos, sí que superamos las 60 personas en algunos momentos. Me acuerdo porque en más de un viaje no cabíamos todos en el autobús y algunos iban en coche".
VIAJES, CICLO DE PRIMAVERA... Ereintza tiene a día de hoy un repertorio cercano a las 250 canciones y muy variado. "Se empezó sobre todo con música del folclore vasco, pero después se empezó a cantar música de distintos estilos", asegura Ayerra.
Durante estos 25 años, la coral ha recorrido muchísimos kilómetros por casi todo el Estado y el sur de Francia. "Estuvimos en el Certamen de Torrevieja, Valladolid, Saint Jean de Pied de Port, por todo el norte, por casi todos los lugares importantes de Navarra...", recuerda Torrecilla. "Y en Extremadura, en Madrid, en Palencia, en Valencia...", agrega Ayerra. Y, por supuesto, actuando con asiduidad en Estella. "Hacemos un concierto por Navidad, en el Día de Navarra, actuamos siempre el último día del Ciclo de Primavera y en fiestas nos solemos juntar el martes para cantar por la calle", dice el director actual, natural de Oteiza.
Él se toma la coral como una afición y, aunque no esconde que "supone un poco de responsabilidad", lo hace encantado. Quizá por eso todos sus recuerdos son positivos, aunque se queda sobre todo con un espectáculo, Carmina Burana, en el que participó la banda y otros grupos (2010).
Para Arbeloa, de sus 19 años como director, también hay momentos de especial emotividad. Uno, el espectáculo Gurea, "por lo que representa y por que pudimos actuar en los mejores teatros del norte, en el Kursaal, en Bilbao, en Baluarte...."; otro, los dos conciertos de Navidad que se programaron en Estella junto con una orquesta y solistas. "Aquellas fueron experiencias muy gratificantes para mí porque al coro se le pidió un esfuerzo importante, era un repertorio complicado".
A lo largo de estos años, Ereintza también ha evolucionado y no solo se dedicó a ensayar y a cantar, sino que desde 1998 se organiza también el Ciclo Coral de Primavera, al que se invitan grupos de Navarra y otras comunidades. "Este año se hará los sábados del 27 de abril al 8 de junio, aunque de momento no tenemos acabado el programa. Sí es seguro, como siempre, que nosotros actuaremos el último día", indica Ayerra, quien invita a sumarse a la coral a aquellas personas aficionadas que tengan unos mínimos conocimientos musicales. Los interesados, pueden acudir a los ensayos, que tienen lugar los lunes y miércoles, de 20.30 a 22.00 horas en Lizarra Ikastola, centro con el que la coral también colabora.
También en estos años, concretamente en 2010, se ha promovido un coro juvenil de voces blancas como forma de promocionar la música coral entre los más jóvenes y, de alguna forma, haciendo honor al nombre de la coral, Ereintza, que significa "siembra" en castellano. Arbeloa recuerda bien cómo se decidió la denominación. "Había que ponerle un nombre. Se propusieron varios y entre ellos apareció este, que es bonito por el significado y sonoro, tanto en castellano como euskera queda bien. Y parece que acertamos, porque a raíz de Ereintza, de la siembra, aparecieron más grupos en Estella: en la iglesia de San Juan, el coro de San Miguel, la Coral Camino de Santiago de Ayegui...", detalla.