AQUELLOS que quieran dormir al más puro estilo de Tarzán o Robinson Crusoe en unos meses lo tendrán fácil. El Concejo de Lizaso (Ultzama) puso en marcha hace aproximadamente un mes un proyecto que prevé la construcción de 12 alojamientos turísticos para dos y cuatro personas en los árboles del robledal de Amati. La empresa ganadora de la subasta, que se adjudicó ayer, es Beigorri Aventura SL, que comenzará a trabajar en este peculiar alojamiento en las próximas tres semanas y que planea tener terminado para primavera o verano del año que viene, bajo el nombre Basoa Suites.
Iñaki Iroz, propietario de la empresa navarra, explicó que se encargarán del diseño, montaje y gestión de este proyecto, del que en principio solo se van a construir cuatro cabañas con terraza, de cinco metros de altura y a las que se podrá acceder con una escalera. "Depende del éxito avanzaremos hasta el objetivo de 12", señaló. La empresa, que se creó en 2002, tiene experiencia en la construcción de estructuras en los árboles y es quien gestiona el parque de aventura en Lekumberri y actividades del estilo que han realizado en Bértiz, Auritz-Burguete, Arantza y Aibar.
"Lo diferente y novedoso con respecto a otras que existen en la Comunidad Foral es que la recepción será la única cabaña en el suelo y tendrá todos los servicios. Al llegar al cliente se le dará una luz y un walkie-talkie para comunicarse", adelantó Alfredo García-Falces Larrañeta, presidente del Concejo de Lizaso. Dentro de cada cabaña habrá solo una cama, una mosquitera y un baño seco. Según explicó, "ya existe una experiencia de este tipo en Girona", pero la de Lizaso será la primera en Navarra. "El objetivo es que sea una alternativa de hospedaje respetuosa con el medio ambiente pero sin las comodidades del hotel", afirmó el presidente del Concejo.
En la misma línea, Iroz apuntó que no habrá luz ni agua en las cabañas, pero sí calefacción de gas. "A este tipo de alojamientos en Francia los llaman el lujo a pies descalzos y tienen muchísimo éxito", comentó el propietario de Beigorri Aventura. Iroz coincide con el presidente del Concejo en afirmar que, pese a que las cabañas individuales no cuenten con las comodidades a los que estamos acostumbrados, puede ser una fórmula de éxito. "Tú no vas a un bosque a dormir a un árbol para tener luz y agua. También pueden hacerse cabañas con jacuzzi pero es otro tipo de producto", argumentó.
El importe de licitación del proyecto es de 3.000 euros anuales por un plazo inicial de 30 años, prorrogable por otros 25. Y la inversión, según calcula Iroz, de 220.000 euros. "No estoy seguro porque pueden surgir imprevistos que no conocemos, ya que es la primera vez que construimos cabañas como alojamiento en árboles", indicó. Junto a Iroz, trabajan en este plan Leire Iribarren, Beñat Arteaga, la carpintería Sotokua, Arbizu Blanco Arquitectos, Ingeniería Enves, la agencia de desarrollo Cederna y la empresa de comunicación Fun-Tsak. "Nos parece un proyecto complejo que necesita la colaboración de diversos ámbitos", afirmó el propietario de Beigorri Aventura.
un hábitat de ensueño Las vistas de este peculiar alojamiento serán las de un hábitat particular. La zona del bosque de Lizaso donde va a construirse, el robledal de Amati, está declarado paisaje protegido y zona especial de conservación por la curiosidad que supone que un robledal se encuentre en un valle, cuando lo habitual es que estos árboles crezcan en las laderas de las montañas. En este sentido, el presidente del Concejo afirmó que "se trabajará con un guarda de medio ambiente para elegir los ejemplares en los que construir". También para la empresa, "el sitio es una maravilla, espectacular, con mucho encanto, bueno por el clima suave, por los accesos... y también porque permite cierta privacidad".
Iroz comentó que desde la empresa se encontraban "ilusionados, con ganas de empezar" y que desean "tener repercusión a nivel local". También esperan el éxito en el Concejo de Lizaso, cuyo objetivo con este proyecto es impulsar el turismo de la zona. Para conseguirlo, llama la atención que en estas cabañas no habrá servicio de restauración de comidas. "Con una polea y una cesta se subirá el desayuno a los clientes, pero no comidas porque queremos fomentar la visita a posadas del valle", puntualizó García-Falces. Con respecto a precios, desde la empresa todavía no lo tienen claro, pero su competencia en Girona oferta una noche con desayuno por 130 euros aproximadamente.
Los Robinsones y Tarzanes más valientes de la provincia pueden ir preparándose para conocer una forma de hacer turismo rural diferente, llamativa y curiosa.