Entre Merindades y la plaza del Castillo el paseante puede encontrar en Carlos III varias sucursales bancarias y sobre todo comercios textiles, aunque no tendrá elección si quiere tomar un café. La empresa navarra Zucitola ha cerrado su local en esta comercial avenida ante la inminente subida de la renta del mismo y su lugar, así como el de las otras cuatro bajeras lindantes, lo ocupará Mango. Solo el bar Miami resiste como establecimiento hostelero en la zona más comercial de esta vía peatonal, donde se termina de afianzar un clarísimo modelo en el que las franquicias textiles han comido la tostada al resto.

La franquicia Mango cogerá el local de Zucitola, además del de Segura, Avelina, Viajes Eroski y el que en la avenida Roncesvalles estuviera ocupado por Scalpers. Curiosamente, la firma catalana se interesó antes por la bajera de la cafetería Kairos, la antepenúltima en este tramo de la avenida. En su caso, el cierre se debía a que el alquiler de la bajera se iba a triplicar, pasando de 6.000 euros a 18.000. Y así se despidieron tras 18 años de su céntrica ubicación en el número 14 de Carlos III. "Son precios inasumibles, que no puede pagar ningún hostelero navarro y yo diría que tampoco puede permitirse ningún comerciante. Propusimos pagar más alquiler, pero no fue suficiente. Ahora, casi nueve meses más tarde, vemos que el local sigue vacío y que Mango, que fue quien realmente se interesó por el mismo, se instala en otra bajera", explica desde el Kairos de Yanguas y Miranda Jesús de Prados, dueño de aquel establecimiento.

los alquileres Como en el caso de esta otra cafetería, el cierre del local de Zucitola tiene que ver con la subida del alquiler, aunque en su caso el problema es más complejo. Hasta la fecha, esta cafetería pagaba a los propietarios una renta antigua, si bien esta situación terminaría el 31 de diciembre de 2014 . El aumento del precio de alquiler en poco más de un año era seguro y los encargados de Zucitola han preferido llegar a un acuerdo satisfactorio sin esperar a esta fecha. "Teníamos una renta antigua que entre 2004 y 2014 se venía actualizando en base al IPC. Como es lógico, el dueño del local tenía previsto aumentar el precio del alquiler al concluir 2014. Unido a esto, veíamos que el local tenía muchas limitaciones para nosotros y que era imposible hacer una renovación, ya que se había quedado pequeño, los baños estaban arriba y no teníamos licencia para vender alcohol, entre otras razones. Por eso, pensamos que era adecuado llegar a un acuerdo con la firma interesada en alquilar el local para que nos compensase ese año que perdíamos de alquiler hasta final de 2014. Para nosotros ha sido una oportunidad, ya que la otra opción era seguir un año más y solo ese tiempo", explica Jokin Arrasate, gerente de esta empresa con 30 trabajadores.

Zucitola cuenta con otros cuatro establecimientos en la capital navarra situados en San Juan, Iturrama, la calle Teobaldos y el paseo de Sarasate, además de gestionar el gourmet de El Corte Inglés. Según explican, el propio local de Carlos III funcionaba muy bien antes del cierre. "Trabajar se trabajaba, siempre había gente en el local, el problema eran las limitaciones de la bajera y esa futura subida de la renta", añade.

Tras el cierre de Zucitola, en este tramo de la avenida solo queda esa cafetería Miami, situada en el Centro Comercial Carlos III, aunque con terraza en plena avenida. Después de trabajar durante 24 años en una empresa de maquinaria de construcción, Santiago Garde decidió hacerse cargo en el mes de febrero de esta conocida cafetería. "La situación es complicada a pesar del emplazamiento, de estar en Carlos III. Al encontrarse dentro de la galería hay mucha gente que no entra y estamos esperando a que la gente nos vaya conociendo un poco más, ya que damos un servicio de calidad. El problema es que el Ayuntamiento tampoco da facilidades y parece que nos tienen más ganas a los que estamos empezando, nos miran con lupa". Los problema de Garde con el Ayuntamiento tienen que ver con la instalación de la terraza, que primero ha sido objeto de discusión con el Ayuntamiento por el tamaño y, posteriormente, por el diseño de la misma. "Ahora me dicen que tiene que tener el mismo estilo que las que están al final de Carlos III, aunque en un primer momento no me indicaron nada al respecto", añade Garde.

la otra parte de carlos III Las terrazas a las que se refiere el Ayuntamiento son las situadas en el otro extremo de Carlos III, entre la plaza de Merindades y Conde de Rodezno. En esta parte de la avenida aún se pueden contar cinco cafeterías o establecimientos hosteleros. No en vano, hace tiempo que se percibe una dinámica muy clara en la zona más comercial de la avenida que hace que los alquileres queden, cada vez con menos excepciones, en manos de franquicias multinacionales, mientras que en la zona alta de la avenida la oferta es más heterogénea. Así lo evidencia desde Ensanche Área Comercial su gerente, Amaya Villanueva: "El entorno más cercano a la plaza del Castillo es una zona en la que tenemos muy pocos asociados porque se están consolidando las franquicias, las grandes cadenas y un comercio más impersonal. Inditex ha optado por agruparse en esa zona y son tendencias que fija el propio mercado", explica. En este sentido, Villanueva remarca que el primer objetivo de la asociación es llenar los locales que puedan quedar vacíos en el Ensanche. "La discontinuidad comercial es peligrosa y tratamos de llenar los locales que están vacíos, sin mirar en principio si los va a ocupar una gran firma o no", añade.

Al margen de la situación particular de Carlos III, desde Ensanche Área Comercial aprecian dos características a la hora de analizar la situación del comercio en el barrio: el incremento de la rotación comercial y el aumento de negocios que ofertan servicios. "Vemos que abren nuevos comercios y que, al mismo tiempo, hay otros que cierran. La rotación comercial es importante en el Ensanche. Por otro lado, nos llama la atención que se están instalando, además de los negocios habituales de ropa y calzado, nuevos servicios como clínicas dentales o fisioterapeutas", indica Villanueva.

En todo caso, desde esta asociación no aprecian una mejora significativa de la situación económica, esa coyuntura que ha contribuido a que sea tan complicado tomarse un café en el inicio de Carlos III.