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La magia del carnaval llena de color las calles de Alsasua

iniciada la cuaresma, los alsasuarras se resisten a quitarse la máscara y se vuelven a meter en la piel de variopintos personajes Un reportaje de Nerea Mazkiaran

La magia del carnaval llena de color las calles de Alsasua

aunque hace días que comenzó la Cuaresma, los alsasuarras ayer estaban de carnaval. Y nadie quiso perderse esta celebración llena de magia en la que tiene cabida todo el mundo. Así, las calles de la villa fueron lugar de encuentro de personajes del pasado y del futuro, reales o inventados, de todas las edades y procedencias en un derroche se imaginación y ganas de disfrutar. Además, la meteorología acompañó en esta fiesta, con un sol radiante que aportó más brillo y color a este homenaje a Don Carnal.

Cada uno llegó como pudo. Por el río Burunda arribó una cuadrilla de almadieros que dejaron por un rato su duro trabajo para disfrutar de la fiesta. Tirando de carromato se acercaron a la villa grupos de vaqueros, que ayer convivieron en perfecta armonía con aguerridos indios que se escaparon de las reservas. Con el escenario a cuestas iba un nutrido grupo de heavys, una gran mancha negra y rock a todo volumen en una plaza multicolor. Luciendo muchos lunares llegaron cuadrillas procedentes de Sevilla, que ya se habían puesto en marcha para el Rocío. Pero antes quisieron hacer una parada en el carnaval de Alsasua

Por otro lado, con un toque muy british y derrochando clase, estaba un grupo procedente de las carreras de Ascot. Cómo no podía ser de otra manera, ellas portaban grandes sombreros y tocados, chistera en el caso de los caballeros. Les acompañaban jockeys recién bajados del caballo. Entre tanto glamour, un grupo de afroamericanos recién salidos del programa musical Soul Train mostraban las últimas tendencias en cuanto a baile y moda se refiere, eso sí, de los 80.

En esta mezcolanza de personajes, también había superhéroes con grandes poderes, princesas de cuento, payasos, macetas, azafatas de escala en la villa, piadosas monjas, mejicanos, egipcios y chinos mandarines, por citar algunos; una marea humana que transformó la villa. Ayer, Día Internacional de la Mujer, hubo muchos alsasuarras que cambiaron de sexo, convirtiéndose en mujeres por un día. No obstante, como observaron algunos, en este mundo sin reglas que supone el carnaval, el travestismo suele ser habitual.

La nota musical la puso ayer la banda Haize Berriak, que viajó al siglo XIX, convirtiéndose en una banda militar del Ejercito carlista. Asimismo, hasta la madrugaba hubo bailables en la plaza. No obstante, por la noche el ambiente se trasladó a los bares, que también se transformaron por un día.

Era el carnaval piñata, la celebración al uso después de que el pasado martes los alsasuarras miraron a su pasado rural en una fiesta que volvió a ser multitudinaria.