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Calleja de 'Pintamonas', 1933

Calleja de 'Pintamonas', 1933

en 1933 perduraba aún el recuerdo de toda una saga de personajes célebres, que habían habitado en la Pamplona del 1900 y que habían protagonizado jugosas anécdotas, conocidas por todo el mundo. Entre ellos figuraban el sereno Malasombra, Alfonsico, Totola, Pepe el Tonto e incluso una mujer, que llevaba el inquietante mote de La Cagapesetas.

Otro de aquellos tipos era un tal Pintamonas, un discapacitado que, aunque decía ser aguador, en realidad sobrevivía gracias a la caridad. Un pamplonés de edad me dijo, hace muchos años, que aquel mote venía dado por su costumbre de dibujar monigotes en las paredes, dato que no he podido corroborar. Lo que sí es seguro es que Pintamonas solía acudir a las traseras del Iruña, donde le daban las sobras de las cenas. Es por esto que el pueblo soberano bautizó el lugar con el nombre de calleja de Pintamonas, título que a buen seguro recordarán los pamploneses de cierta edad, así como los aficionados a las "cosicas" de nuestra ciudad.

hoy en día la calleja de Pintamonas permanece en un estado muy similar al de 1933, aunque ha perdido parte de su longitud, por lo que el ángulo de la foto resulta algo diferente. Vemos al fondo el arco de salida a la plaza del Castillo, y apreciamos también que el primer edificio de la derecha ha perdido su recrecimiento de ladrillo, con lo que su altura ha quedado visiblemente mermada.

El bueno de Pintamonas, que en realidad se llamaba Esteban Baigorrotegui, ha desaparecido de nuestra memoria colectiva, al igual que toda aquella pléyade de borrachines y tipos célebres, por lo que su recuerdo perdura tan solo en los libros de Arazuri, Iribarren o José María Baroga. En uno de ellos pude encontrar una coplilla, muy conocida en la Pamplona de hacia 1900, y que seguramente responde a alguna anécdota real. Dice así: "Alfonsico, Morales y Totola/ Pepe el Tonto y Pintamonas/ Se comieron un besugo/ y no dejaron ni la cola".