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La Escuela Ribera de Fútbol premia al árbitro Alberto Undiano Mallenco

Reconoció en Cabanillas su trayectoria y trabajo con las categorías inferiores

La Escuela Ribera de Fútbol premia al árbitro Alberto Undiano MallencoFoto: j.a. martínez

cabanillas. El árbitro internacional navarro Alberto Undiano Mallenco (Pamplona, 8 de octubre de 1973) recogió la pasada semana en Cabanillas el premio que desde hace dos años concede la Escuela Ribera de Fútbol (ERF) “a la persona que en su relación con el fútbol base haya alcanzado unos objetivos inherentes y se haya distinguido por su colaboración con esta entidad”.

Según explicó el director de esta escuela, Chus Rodríguez, Undiano Mallenco ha sido el elegido en la tercera edición de este galardón por “llegar a lo más alto del escalafón mundial como árbitro y ser el deportista navarro número uno de entre los que están en activo, destacando por su carisma y personalidad”. “Además, -añadió- ha sabido asimilar los valores humanos que se tratan de inculcar en nuestra escuela: sacrificio, esfuerzo y motivación”. Asimismo, entre los méritos destaca también su labor desinteresada con los más jóvenes, ya que Rodríguez recordó que en verano “acude al campus de la Escuela para realizar tareas de monitor y transmitir a los chavales consejos de todo tipo, técnicos, de reglamento y humanos”.

Undiano Mallenco agradeció el reconocimiento porque “por desgracia de los árbitros generalmente no se suelen acordar mucho en el aspecto positivo y este tipo de actos, sencillos y familiares, son tanto para mí como para mis compañeros, muy bonitos, ya que te recuerdan muchas cosas de tu pasado. Evidentemente, si estoy ahora donde estoy es gracias a todo esto. Ver caras conocidas aquí en Cabanillas a las que has arbitrado cuando empezaba en Regional son los mejores recuerdos porque, pese a haber pitado 9 clásicos entre Barça y Madrid y haber estado en un Mundial, los mejores recuerdos son cuando uno empieza”.

En su discurso, Undiano también hizo referencia a su estrecha relación con la Escuela Ribera de Fútbol, tanto en campus como en torneos, y confesó haber disfrutado colaborando. “He pasado ratos espectaculares porque los niños son sanísimos, te hacen preguntas fabulosas, ves la ilusión que tienen en sus caras y esto es realmente lo bonito del fútbol. Siempre vais a tener aquí un amigo para lo que haga falta y ya sea en verano o en invierno intentaremos echar una mano. Por eso espero que este torneo que cumple su 23ª edición siga siendo un éxito y celebrándose muchísimos más años”.