tudela - “Vivo en el Casco Antiguo, me gusta pasear y me fijo en todas esas zonas que están derruídas, vacías, en las que sólo se ven las fachadas, como si todo fuera un escenario de teatro detrás del que no hay nada, está vacío”. Sobre este pensamiento, Ainara Berdonces Goikoetxea ha levantado su proyecto de final de carrera, inyectando a través de la Arquitectura la dosis necesaria de vida que necesita la que el PEPRI tiene catalogada como “manzana 35”. Para los profanos, se trata del solar que rodea el emblemático horno Coscolín, frente a la catedral de Tudela, donde Berdonces ha proyectado una residencia de estudiantes para la UPNA.

“Propongo trasladar la actividad al centro e ir ocupando los espacios disponibles integrando las nuevas generaciones a través de la universidad, que actualmente se encuentra en la periferia, al lado de una vía de tráfico; se suponía que era algo que iba a traer actividad y nueva gente a Tudela, pero eso no funciona así”, explica la exalumna de Argia Ikastola que, en la modalidad de euskera, está pendiente de la valoración que la Universidad del País Vasco haga del proyecto que supervisa el profesor Ibon Tellería Julian.

Sin perder de vista que el grueso del campus ya se encuentra en funcionamiento, Berdonces valora la futura instalación de otras facultades en el campus ribero y las deriva al núcleo de la auténtica Tudela. “Creo que se ha desaprovechado la oportunidad de integrar la universidad dentro de estos edificios creando una red entre ellos. Esto atraería nuevas actividades relacionadas con el campus y beneficiaría al comercio local y la hostelería”, defiende la autora del proyecto.

accesos y edificio El lugar elegido para el proyecto de residencia de estudiantes y centro de actividades Coscolín se encuentra en un lugar estratégico, justo enfrente de la catedral de Tudela, y limitado por tres plazas emblemáticas: Vieja, Yehuda Ha Leví y Huerfanicos. En dicho punto, Ainara Berdonces ha apuntalado la imagen de “un edificio híbrido, que contiene en la planta baja espacios dotacionales públicos (como un comedor accesible desde Yehuda Ha Leví), un auditorio (con entrada desde Huerfanicos) o la ampliación de la biblioteca pública (desde la plaza Vieja)”. Como la joven arquitecta detalla, defendiendo a capa y espada la necesidad de “rehabilitar todos esos espacios sin uso” que agonizan en pleno centro histórico, “el patio central de la residencia se configura en torno al horno Coscolín, que da nombre al proyecto y se mantiene como elemento identificativo”. La residencia estudiantil consta de una planta baja y otras tres alturas.

En cuanto a la residencia propiamente dicha, tendría capacidad para 154 estudiantes, en 112 habitaciones individuales, 40 dobles y 2 adaptadas. El edificio, que respeta la línea heterogénea del Casco Antiguo con una estructura no monolítica, constaría también de un auditorio para 170 personas, comedor público con capacidad para 100 y biblioteca, también abierta a la ciudadanía en general.

espacio público abierto Al margen del interés de la residencia, gran parte del atractivo del proyecto de Ainara Berdonces radica en la intervención que se propone en el entorno. El patio interior que planea la joven arquitecta en torno al horno Coscolín, se erige como núcleo de otros tránsitos entre la plaza Vieja (en la que se completaría la peatonalización eliminando la vía de tráfico que la atraviesa actualmente) y la calle de la Fuente de San Nicolás.

Tal y como expone la memoria del proyecto: “En la plaza Vieja se introduce un sistema de plataformas que los ciudadanos podrán utilizar como terrazas públicas en las que sentarse a leer o estudiar, y que complementan el espacio de la biblioteca pública situada en la planta baja del edificio”. Dichas plataformas se extienden hasta el interior del horno Coscolín “lo que facilita -detalla el proyecto- la relación entre ambas plazas como espacio contiguo para el paseante”.

En el patio, Ainara Berdondes ha creado también pequeños jardines con plantaciones de la zona e, intencionadamente, ha evitado la tentadora idea de un parque de césped al uso ya que, como ha analizado con criterio, “requeriría riego y un mayor gasto de mantenimiento”.

Auditorio. Con aforo para 170 personas, ocupa una superficie total de 400 metros cuadrados. Dispone de ambigú, guardarropía, taquillas, bar, aseos públicos, vestuarios privados, almacenes, escenario, gradas públicas y gradas de acceso privado desde la residencia.

Comedor público. La superficie total es de 433 metros cuadrados y tiene capacidad para 100 personas. Consta de comedor, horno, cocinas, aseos y almacén.

Biblioteca. De acceso público para recepción y préstamo, y con salas de trabajo o seminarios, además de los espacios de lectura.

Residencia. 112 habitaciones individuales, 40 dobles y 2 habitaciones adaptadas. Con acceso, hall de entrada, pasos, salas de estar, comedor, cocinas, terraza, sala audiovisual, aseos y biblioteca.

Total ocupada. En la planta baja (sin incluir el patio): 1.975 metros cuadrados.

Total construida. En cuatro plantas: 8.761 metros cuadrados.

Total del proyecto. En su proyección horizontal, incluyendo el patio, es de 3.245 metros cuadrados.

ainara berdonces “se ha desaprovechado la oportunidad de integrar la upna en el centro”

Sobre esta apreciación, Berdonces ha desarrollado durante dos años el proyecto que pretende revitalizar el corazón de Tudela, dotándolo de servicios y aprovechando espacios vacíos sin uso.