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Un albergue diferente

El albergue La Parada de Zuriain acoge a sus peregrinos ofreciéndoles no sólo un lugar donde alojarse sino también un sitio donde entretenerse

Un albergue diferenteIÑAKI PORTO

pamplona - Qué importante es encontrarse a gusto fuera de casa para poder rememorar en la mente el camino con cariño y emoción. Y de ello no sólo depende el sitio en el que te encuentres sino también la gente con la que te cruzas y hace que el viaje sea más ameno y entretenido, digno de recordar.

De este hecho es muy consciente Antonio Paredes, de 43 años, y dueño del Albergue La Parada de Zuriain, en el pueblo del mismo nombre. Paredes ofrece a los peregrinos del Camino de Santiago un lugar “precioso al lado del río”, como él lo describe, y que además cuenta con una playa natural. Este paraje está aderezado por una serie de actividades que entretienen a los peregrinos y les dejan “flipando”, añade el dueño.

Los caminantes tienen la oportunidad de disfrutar de una clase de actividades como el concurso de la rana, sacarse selfies en la barra del bar o el trueque que han instalado, en el que un grupo musical o alguien en solitario actúa en el bar y es correspondido con una noche gratis en el albergue o una cena. “La idea surgió de añadirle un incentivo al albergue. La gente no sólo demanda un sitio en el que estar a gusto y alojarse, también un poco de entretenimiento”, precisa el propietario.

trueque Por ahora el tema del trueque lo están llevando a cabo casi siempre con gente que se hospeda en el albergue, caminantes que llegan con su guitarra, aunque también acuden algunos grupos a tocar. “Ellos tocan y nosotros les ofrecemos una noche gratis”, añade Paredes. “Nosotros ofrecemos lo que tenemos y la gente ofrece lo que tiene”, relata el dueño del albergue.

El concurso oficial de la rana es una de las actividades que más atrae a los peregrinos, y a los que no son peregrinos también. “Puede participar quien quiera, ya sea un huésped del albergue o alguien que venga a comer o a tomar algo”, puntualiza Antonio.

El concurso consiste en grabarse 30 segundos haciendo una breve presentación, lanzar las fichas y subir el vídeo al Facebook del albergue La Parada de Zuriain. “Los usuarios que han obtenido las máximas puntuaciones en el juego se someten a votación para desempatar. Entre esos vídeos, los usuarios votan el que más les ha gustado y el que más votos reúna resulta el ganador, obsequiado con un trofeo que es una escultura a escala de la parada”, explica el dueño.

Además, intentan recuperar un juego que se ha perdido. “Los extranjeros no lo conocen y les parece divertido, se enganchan y alguno se pega toda la tarde jugando”, detalla.

idioma universal En cuanto a si la barrera del idioma les ha supuesto algún problema, ya que muchos de sus huéspedes son extranjeros, Paredes relata que “hay un idioma universal que es la imagen y tenemos un vídeo que explica lo que hay que hacer. Se trata de que la gente se divierta y generar buen rollo, no hace falta demasiada explicación”, asegura entre risas.

Además, el albergue cuenta con una cámara estática en la barra que saca fotos al que quiera. “En tan sólo dos semanas se han hecho cerca de 2.000 fotos. La gente se entretiene mucho viéndolas”, asegura Paredes.

Esta iniciativa comenzó hace seis años cuando se puso a la venta una casa en Zuriain y Antonio y su mujer comenzaron la negociación para adquirir la residencia. “Tuvimos que tirar toda la casa entera y sólo conservamos la estructura”, añade Antonio.

Además puntualiza que les ha costado mucho “pero tenemos un sitio precioso al lado del río, con playa natural, y queríamos aprovecharlo y darle una visión diferente”, recalca.

Hace un año que este albergue está abierto y marcha viento en popa. “El albergue lo llevamos mi mujer y yo y lo sacamos adelante a base de organización y muchas horas, tenemos continuamente a gente. El año que viene igual tenemos que contratar a alguien”, esclarece.

Este albergue no sólo es diferente en cuanto a la oferta de actividades sino que también está pensado de forma ecológica y consta de circuitos independientes de agua para aprovechar el agua de la ducha en el jardín. Además, la orientación de la casa está pensada para que guarde el calor en invierno y no entre tanto frío en invierno, la caldera es de biomasa y el consumo del edificio es de tan sólo 250 vatios. “No son sólo juegos, es el conjunto”, matiza Paredes.