sangüesa/zangoza - A pesar de las malas previsiones meteorológicas, Melchor, Gaspar y Baltasar recorrieron ayer de nuevo las calles de Sangüesa en la 116 representación del Misterio de Reyes, seguidos de centenares de personas que acudieron a contemplar la puesta en escena del auto sacramental escrito en 1900 por el capuchino, José de Legarda.

Con fe unos, atraídos otros por la fama del auto, único en Navarra y uno de los cinco del Estado, incondicionales seguidores de la ciudad y visitantes caminaron con el séquito real desde las Arcadas del Ayuntamiento hasta la Abadía, a las puertas de la iglesia de Santiago.

Los Magos, según la costumbre, fueron anunciados por el Grupo de Auroros, con Javier Estabolite al frente. Su papel es fundamental, antes incluso de que amanezca el día, con el canto de la aurora de Reyes. Encabezan la comitiva y sus voces dan paso al primer diálogo entre los Magos, que divisan la estrella que les llevará hasta el portal de Belén al inicio de la antigua calle Mediavilla. Antes pasarán por Jerusalén, y se detendrán a las puertas del palacio de Herodes, el palacio Vallesantoro, uno de los puntos fuertes del recorrido, al son de cornetas y tambores con el acalorado diálogo entre Melchor (Alfonso Contín) y el rey Herodes (Imanol Blasco).

El camino transcurre por la calle Amadores, donde tiene lugar la tercera parada, cerca del portal. Melchor (Alfonso Contín), Gaspar (Alfonso Lozano) y Baltasar (Mikel Guillen), se alegran porque la estrella se ha posado y saben que han llegado a su destino.

Como cada 6 de enero, cuando los Magos llegan al portal de la Abadía, la escena de la adoración al Niño se convierte en un retablo viviente contemplado por cientos de personas que ocupan el lugar.

Este año, el Niño fue niña. Martina Sola Garcés, de tres meses, fue la elegida para representar el belén viviente, junto a sus padres, José Javier (San José) y Laura (la Virgen). “Nos ha hecho mucha ilusión participar en el Misterio”, expresaba Sola, vinculado además a la Cabalgata.

La vistosa ofrenda de oro, incienso y mirra a sus pies fue seguida de la actuación de pastores, pastoras y zagales, los más pequeños del Auto, que actúan con naturalidad y protagonizan un simpático acto. Arrate Sola Itoiz (ángel), Íñigo Pérez Mutiloa, Gabriel Abadía Hualde, Adriana Sola Basterra, Itsaso Lahera Bandrés, Nagore González Tejada, Leyre Carmona Sola, Ane Erdozain Ariz, Manuel San Miguel Mayo y Uxue Lozano Lozano repitieron por segundo año, bajo la dirección de Esther Abadía, Edurne Navallas, Reyes Rodrigo y Silvia Echeverri.

Y es que, si 2015 fue el años de la renovación, en éste que se inicia se pone de relieve la continuidad de la labor que la Agrupación Misterio de Reyes ejerce de conservación y transmisión del patrimonio cultural de Sangüesa.

El Misterio de Reyes es historia viva, con relevo asegurado, y en cuya representación se mezclan las generaciones. “Estamos satisfechos por la continuidad, y para asegurarla tratamos de hacer un reparto equitativo de papeles. Lo más importante es que todo el mundo se sienta vinculado al día de Reyes”, expresaba Enrique Itoiz, de la Agrupación, junto a Juan Pedro Ventura.

Centinelas, soldados y pajes completaron el elenco de jóvenes actores con papel masculino: Babil Carlos Mendióroz, Daniel y Pablo Mateo Cemboráin. Y con nombre de mujer, Bruna Lobera, Haizea Larraza, Maribel Rebolé, Luisa Gudaca, Aitziber Aisa y Adriana Gar, fueron este año las pajes de los Reyes Magos que se ocuparon de los caballos del colaborador José Manuel Lafuente. La lista la completaron Irene y Julia Hualde, junto a Julia San Miguel, jóvenes pajes con ofrendas, apoyados todos en anteriores actores y miembros de la Agrupación.

Como colofón del Auto, la nueva actuación de los auroros, en este caso en la misa de Reyes, bajo la batuta de Bruno Jiménez, hizo vibrar en Santiago instrumentos y sentimientos de un día grande para muchos en Sangüesa.