altsasu - El zortziko son palabras mayores en Altsasu. Se baila en San Juan, San Pedro, Erkuden y en las fiestas patronales; una tradición viva en la que tiene mucho que ver las celebraciones de Santa Águeda. Y es que los jóvenes que estrenan mayoría de edad lo deberán bailar uno a uno en la plaza. Será el pago que realizarán a cinco días de festejos a costa de la generosidad de altsasuarras y foráneos. Para que salgan airosos del trance, llevan semanas ensayando esta danza, junto a la jota y la porrusalda, con Andoni Beramendi y Txetxo Claver, dos exdantzaris que confiesan que son de los que les gusta bailar en las fiestas señaladas y quieren que continúe siendo así.
Beramendi lleva ocho años en esta tarea, cuando comenzó junto con Juan Cruz Bengoetxea, más conocido como Piloto. Sustituyeron a Luis Mari López de Goikoetxea, toda una institución en el pueblo. No en vano, se encargó de los ensayos durante más de tres décadas. Antes estuvo Demetrio Urizar, todavía hoy recordado por muchos. Piloto lo ha dejado este año y le ha cogido el testigo Txetxo Claver, que tiene un hijo quinto y se ha animado. “Te tiene que gustar”, observa.
Estos dos altsasuarras formaron parte de Altsasu Dantzari Taldea, surgido a principios de los 80 de la mano de un grupo de personas con inquietudes culturales, según señalan. Recuerdan que llegaron a ser unos 40 dantzaris y que participaron en un campeonato del Mundo de danzas folklóricas en Alemania.
En la quinta de este año hay varios dantzaris formados en Etorkizuna Dantza Eskola, a los que es fácil distinguir viéndolos bailar. Otros, mientras tanto, quitan vergüenzas y le ponen interés al movimiento con más o menos fortuna. Lo cierto es que los chavales se lo han tomado en serio y apenas faltan a los ensayos. Son 59 en total, 34 quintas y 25 quintos. “Estamos contentos con el grupo. Son unos chavales majos”, señalan.
Andoni Beramendi y Txetxo Claver coinciden en que lo que más les cuesta aprender a los jóvenes es la jota. “El zortziko lo cogen rápido. Es un baile relativamente sencillo, aunque exige esfuerzo físico”, apuntan. Falta la mejor escuela, la plaza. “Antes todos los domingos se bailaba la jota en la plaza. También en la discoteca, que siempre acababa con jota, porrusalda y kalejira”, recuerda Andoni Beramendi, de 57 años.
Los ensayos comenzaron el pasado 7 de enero, al día siguiente del sorteo de reyes, momento que comenzó una cuenta atrás hasta el 5 de febrero, día de Santa Águeda. Hasta ese día, de lunes a viernes de 21.00 a 22.00 horas son los ensayos en el frontón Burunda. Además, es un acto social en lo más crudo del invierno, aunque no sea el caso de este año. Todos los días acuden jóvenes a bailar así como personas mayores, padres y abuelos sobre todo. El viernes son multitud, con el frontón casi lleno con público de todas las edades que van a pasar un rato.
PATRIMONIO CULTURAL La danza es un aspecto importante de la cultura de un pueblo, una forma de expresión social que la villa puede presumir de mantener en forma de zortziko a pesar de los profundos cambios que ha experimentado, sobre todo el pasado siglo. Se trata de una soka dantza que comienza bailando en parejas, agarrados de la mano. El primer dantzari, zortzikolari, gira con su compañero y forma el puente para el resto de los mozos. Después comienza a bailar con pasos enérgicos y patadas al aire para continuar con un nuevo puente tras varios saltos. Después la última pareja trae al chico o chica en cuestión, incorporándose después mas dantzaris en una cadena. Ramón Delfrade, mítico txistulari de Altsasu, introdujo la jota y la porrusalda tras la kalejira. En San Pedro, tal vez la principal fiesta de la villa, lo baila el alcalde en la campa.