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Estatuas del paseo de Sarasate, 1956

Estatuas del paseo de Sarasate, 1956

En 1956, las esculturas de reyes que decoraban el boulevard de Sarasate fueron desmontadas para su traslado de un lugar a otro del citado paseo. No era la primera vez que se desplazaban, ni tampoco sería la última, como vamos a ver. Las estatuas tienen una curiosa y azarosa historia. Juan Bautista Sachetti, encargado de la construcción del Palacio Real de Madrid, tuvo la extravagante idea de decorar la cornisa del edificio con las esculturas de todos los reyes de España, llegándose ha esculpir más de 100 figuras entre 1750 y 1753. Tras fallecer Sachetti, su sucesor, el gran arquitecto Francesco Sabatini, desechó la idea, y las esculturas comenzaron a emigrar a otros lugares. Muchas de ellas pasaron a los jardines de Madrid, y otras viajaron a ciudades como Burgos, Logroño o Vitoria. En 1885, seis de dichas esculturas llegaron a Pamplona, instalándose en el boulevard de Sarasate, que incluso llegó a ser llamado, cerca del cambio de siglo, “paseo de los Reyes”.

Hoy en día, las estatuas llegadas de Madrid, con sus 3 metros de alto y sus formas algo toscas y forzadas, siguen en su sitio del castizo paseo de Sarasate, aunque para ser justos debemos hacer una importante aclaración. En el año 1972 se recibió desde Madrid la solicitud de permutar 2 de las estatuas de Pamplona por otras 2 que seguían en Madrid. La razón esgrimida era que las que se iban a traer a Pamplona eran de reyes navarros, aunque hay que decir que la atribución de las figuras a uno u otro monarca era arbitraria, puesto que pertenecen a un estilo dieciochesco sin demasiado rigor histórico. El 6 de diciembre de aquel mismo año las 2 estatuas reclamadas salieron de Pamplona en embalajes que pesaban 13 toneladas, y se recibieron otras tantas de la corte. Y es esta la razón por la que, quien quiera localizar la escultura que en la foto de 1956 “posaba” en nuestro paseo de Sarasate, tendrá que ir a buscarla a los jardines del Palacio Real de Madrid.