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Una oruga asiática diezma las plantas de boj del Bidasoa

El insecto devora las hojas y ya ha causado serios daños en varios lugares de la comarca

elizondo - Una plaga de un insecto, la polilla del boj, al parecer de origen asiático, está diezmando los bojerales de la cuenca del Bidasoa, además de los de otros lugares de Navarra y el Estado, de una forma particularmente voraz y que amenaza la especie. La denominación latina del insecto es Cydalima perspectalis, una mariposa cuyas larvas devoran las hojas de esta planta ornamental y puede llegar a acabar con ella por el ataque a la corteza. De hecho, es conocido que entre los años 2010-2012 las larvas devastaron amplias áreas de boj en zonas boscosas de Basilea (Suiza), pero hasta 2013 no se había detectado en ningún punto de la península, aunque sí en otros países de Europa. El insecto es originario de Asia y su introducción y la invasión (como ya ocurrió con la conocida como “avispa asesina”, la avispa asiática) pudo llegar por el comercio internacional. Alguien, persona o vivero, debió comprar plantas en lugares donde esta plaga ya existe y así entraría en Francia para desde allí extenderse a Navarra.

La presencia y los daños que causan estas orugas han sido ya detectados en varios municipios de la cuenca del Bidasoa, por ejemplo en Sunbilla, en Igantzi, en Doneztebe y en el Valle de Baztan, donde los propietarios de setos que cercan terrenos particulares se ven impotentes para aminorar sus efectos. En el Valle de Baztan, los técnicos de Montes confirmaron la presencia de la oruga y las medidas que se están adoptando para su eliminación o al menos para paliar los daños que produce. Al parecer, desde el Gobierno de Navarra y el Ayuntamiento de Pamplona también se han adoptado medidas cautelares, aunque en la comarca no se han facilitado recomendaciones a particulares y que el tratamiento parece relativamente fácil a base de piretroides, insecticida de relativamente fácil volteo y bastante inocuo aunque se aconseja un uso moderado. La plaga se correspondería con la primera generación que provoca menores daños, y la segunda es la que causa la desecación masiva de las plantas. Entonces, la amenaza sería fatal tanto para el boj doméstico como el silvestre. - L.M.S.