urdazubi/urdax - El complejo comercial de Dantxarinea fue el epicentro de una de las manifestaciones organizadas por los estanqueros franceses, que se reunieron para protestar contra lo que consideran una competencia desleal existente en las ventas fronterizas que, según ellos, son auténticos mercados paralelos de venta de tabaco. La rotonda de acceso desde Ainhoa a territorio navarro fue escenario de una ruidosa protesta de los estanqueros franceses, hartos de lo que consideran competencia desleal de sus homólogos europeos.

Estas protestas, similares a las llevadas a cabo en otros pasos de frontera como los de Andorra o Suiza, van multiplicándose por toda Francia desde ya hace más de dos meses. Durante hora y media, una auténtica fanfarria de sirenas y petardos organizada por estanqueros venidos de Iparralde, Bretaña. Limusin, Auvernia, el Pirineo central y el norte de Francia llevaron a cabo una ruidosa protesta para llamar la atención de sus problemas a los visitantes franceses que atravesaban la frontera en dirección a los comercios de Dantxarinea, a este lado de la muga.

Según denuncian los estanqueros franceses, las ventas de Dantxarinea venden cinco cartones (diez cajetillas por cartón) a 120 euros, mientras ellos los venden a un precio más elevado, en torno a los 65 euros el cartón. Por eso, afirman estar decididos a denunciar el desequilibrio y la injusticia que supone que los estancos situados a un lado y al otro de la frontera tengan precios tan dispares. Estos estanqueros llevan cerca de dos meses denunciando la situación del gremio francés, en una especie de tour fronterizo.

Tras denunciar su situación en las fronteras de Francia con Luxemburgo y Andorra, este domingo trasladaron su reivindicación a la frontera española. El domingo próximo se concentrarán en Estrasburgo. Según denuncian, el problema principal es el precio elevado del tabaco en Francia y la introducción de paquetes neutros.

El portavoz, Gerard Vidal, presidente de los estanqueros de la frontera, manifestó que las “falsas medidas” que se toman para preservar la salud pública están estrangulando a los estancos franceses: “La política sanitaria es hoy en día ineficaz. Los fumadores continúan fumando y adquieren su tabaco en los países vecinos”, dice Vidal.

Los estanqueros franceses reclaman una armonización de los precios del tabaco en el seno de la Unión Europea (UE), o más recursos para que en las aduanas se realicen controles constantes. En definitiva, recuerdan que la cantidad máxima de tabaco comprado legalmente en otro país de la UE es de cuatro cartones por persona “para consumo y necesidades propias”.

Las protestas de los estanqueros franceses son cíclicas y ya con anterioridad se habían producido acciones similares, pero nunca con tan elevada participación y de forma tan expresiva y ruidosa. Desde al menos 2010, vendedores franceses de tabaco iniciaron acciones contra la decisión francesa de eliminar las restricciones de compra en el extranjero en nombre de la libre circulación de mercadería, por temor a que sus clientes se abastecieran en Bélgica, Andorra o España y amenazaban con bloquear los domingos la circulación de vehículos hacia y procedentes de España.