pamplona - El British School Navarra ya ha iniciado los trabajos para el traslado a Gorraiz, donde se instalará para el comienzo del curso 2018-19. El nuevo centro se va a construir en la misma parcela, de unos 14.000 metros cuadrados de superficie, que en 2003 puso al descubierto la trama de irregularidades urbanísticas vinculadas a la gestión de UPN en el Valle de Egüés, después de que el entonces alcalde, Ignacio Galipienzo, cambiara el uso del terreno para pasar de dotacional a residencial.
Más tarde se supo, gracias a las revelaciones aportadas por este periódico, que detrás del proyecto se encontraban empresas promotoras y que el alcalde mantenía relaciones con ellas. Galipienzo fue obligado a dejar el cargo y el partido. Posteriormente fue juzgado y condenado a un año de cárcel e inhabilitación especial para empleo o cargo público durante ocho por un delito de prevaricación; y encontrado culpable de un delito de negociaciones prohibidas a los funcionarios públicos.
No le fueron mejor las cosas a su sucesor, Josetxo Andía, que también tuvo que dejar el partido y aparece implicado en varios procesos, en uno de los cuales la Audiencia Provincial ha ordenado que sea juzgado al hallarse indicios de delito en la desaparición de un bar portátil instalado en la Ciudad Deportiva de Sarriguren.
Junto a él, otros cuatro exconcejales de UPN (Carolina Potau, Estefanía Platero, Alberto Idoate e Íñigo Solchaga) aparecen relacionados en otro sumario abierto en el juzgado, sobre el que la Cámara de Comptos ha elaborado un informe asegurando que la gestión de los regionalistas favoreció a intereses privados en detrimento de las arcas municipales, además de detectar graves irregularidades en las adjudicaciones.
inicio de los trabajos En ese terreno, cuyo destino supuso el final de la hegemonía de UPN en el valle, se celebró ayer el acto de inicio de las obras de construcción de las nuevas instalaciones del British. Resulta paradójico que uno de los concejales que con más ímpetu denunció aquellas irregularidades, Alfonso Etxeberria, acudiera en representación del Ayuntamiento en su calidad de alcalde.
Etxeberria hizo una breve alusión a la historia de esta parcela durante el discurso que realizó en presencia de los representantes del colegio británico, que junto a una veintena de alumnos del centro, padres y madres, vecinos de Gorraiz y autoridades municipales acudieron al acto simbólico del inicio de las obras.
El alcalde del Valle de Egüés se felicitó de que el destino de la parcela sea el que se determinó inicialmente, pese a que intereses privados hicieron lo imposible para que estos 14.000 metros cuadrados disponibles tuvieran otro uso, como construir un apartahotel o viviendas de alta gama, lo que aún les hubiera reportado mayores beneficios a todos los implicados.
Etxeberria destacó ayer la importancia que el Valle de Egüés se esté convirtiendo en un referente educativo de la Comarca de Pamplona. Citó que además del British, hay dos colegios públicos, se va a habilitar un instituto en Sarriguren, donde ya está el colegio de los Maristas y está previsto que en breve lo haga Salesianos.
Ante la incertidumbre que las obras para la construcción del centro han causado en los vecinos de Gorraiz, el alcalde se comprometió a analizar el asunto para que los efectos sean los mínimos.
hasta 500 alumnos Por parte del British School Navarra, su director James Batten señaló que el curso que viene serán ya 160 los alumnos que ocupen las aulas del colegio y que el staff de profesores y personal del centro alcanzará las treinta personas.
En la parcela está proyectado levantar un edifico escolar para 500 alumnos, desde Infantil a Bachiller, que además contarán con una zona deportiva y un auditorio.
El British School Navarra ocupa ahora una parte de la planta baja del antiguo conservatorio de música de la calle Aoiz tras solicitar al Ayuntamiento de Pamplona un espacio provisional.
Puntualidad británica, pero por exceso. El mito de la puntualidad británica tuvo ayer un episodio poco habitual. El acto estaba programado que comenzara a las 9.30 horas, pero empezó quince minutos antes de los previsto.
Un roble y bosque animado. Los alumnos del centro plantaron a la entrada de la parcela donde se levantará el futuro centro un roble navarro, como símbolo del respeto al medio ambiente y la perdurabilidad del proyecto. El roble plantado es el primero de los árboles que con el tiempo formarán el denominado Bosque de los Deseos.
Cápsula enterrada. Varios niños depositaron diferentes deseos en una cápsula del tiempo que quedó enterrada.
12 centros en nueve países. British School mantiene 12 centros en nueve países.
Homologación doble. Los alumnos que acoge el centro proceden en su mayoría de la Cuenca de Pamplona. Cuando terminan los estudios tienen homologación en el sistema educativo vigente en España y Reino Unido.