Plaza Consistorial, 1933
En 1933 la plaza Consistorial de Pamplona tenía un carácter algo más cerrado y recoleto que lo que hoy podemos apreciar. Concretamente, su frente sudoeste estaba ocupado por dos edificios que tan solo dejaban un estrecho paso hacia la calle de San Saturnino, de manera que la callecita embocaba directamente el pasaje de Seminario. Podemos ver que donde hoy se abre una moderna cafetería había un comercio “con fábrica en Barcelona”, según reza el letrero, mientras que en las dos casitas de la derecha había un estanco de tabaco y otras dos tiendas. Es fácil apreciar que la fotografía se obtuvo desde la propia fachada del Ayuntamiento, ante la cual había una curiosa e imaginativa farola de gas.
Por aquel entonces el cohete de fiestas no estaba directamente relacionado con esta plaza, puesto que Juanito Etxepare, el inventor del txupinazo, lo lanzaba cada año desde la plaza del Castillo y a pie de calle.
Hoy en día la plaza Consistorial tiene un carácter más desahogado y abierto, toda vez que las casitas de la derecha fueron derribadas en los años 1941 y 1946, respectivamente. Tan solo la casa de la izquierda, con sus ventanas pareadas, permanece igual que en 1933.
En la actualidad la plaza Consistorial de Pamplona está indisolublemente asociada al lanzamiento del Txupinazo. Juan Etxepare, su inventor, fue fusilado en el golpe de estado de 1936, y las instituciones franquistas se apropiaron del acto, institucionalizando su lanzamiento y poniéndolo en manos de alcaldes y concejales, que desde entonces lo lanzaron desde el balcón consistorial. Por lo tanto el actual Ayuntamiento de cambio, al dejar la elección del lanzador del cohete en manos de la ciudadanía, no ha hecho otra cosa que devolver a este acto algo del carácter espontáneo y popular que tuvo en origen, y que nunca tendría que haber perdido.