Ser sabroso y feo tiene premio
LOS TOMATES DE | Fran domínguez y del matrimonio de pedro sánchez y fabiola Barbarin se imponen
lejos de desaparecer, si algo se evidenció en la décima edición del Concurso Tomate Feo de Tudela es que éste goza de buena salud e incluso sus cultivadores se están rejuveneciendo. De hecho, Fran Domínguez Salvatierra, ganador de la categoría Sabroso (que analiza el sabor, aroma y el punto de madurez) tiene 37 años y fue quien indujo y enseñó a su padre a seguir con el huerto de Huertas Mayores que había dejado su abuelo cuando falleció. “He participado porque pienso que hay que apoyar este certamen y difundir el tomate de la huerta”, indicó. Y la evidencia es que la mayor parte de los tomates que participan en el concurso son ecológicos y de hortelanos que en la mayoría de los casos solo cultivan “para casa”. En este capítulo se presentaron un total de 59 frutos extraídos de la tierra, pese a que las últimas tormentas los habían dejado seriamente “tocados”.
Tras Domínguez (que consiguió 400 euros y una joya de Óptica Lozano), quedaron en segundo y tercer lugar, respectivamente, los tomates de César Moneo (200 euros) y Andrés Vicente (una cena en el Restaurante Remigio, impulsor del concurso, por valor de 100 euros).
Junto a la importancia del sabor, no se puede olvidar ese aspecto informe, con pequeños o grandes bultos que surgen de mitad del fruto y que, en ocasiones, recuerdan al Hombre elefante de David Lynch. De entre los feos, que captaron toda la atención del público que con sus votos es quien decidió al ganador, el que presentó el matrimonio formado por Fabiola Barbarin y Pedro Sánchez se hizo con el triunfo al conseguir 34 votos de los 132 depositados. Sánchez, ablitero de 77 años pero residente en Tudela, tiene su huerta en el término Barca Vieja (detrás de la papelera), y explicó que “sólo le damos lo que da la tierra, ni abonos ni productos químicos”.
más actividades La intención del concurso, que celebró su décima edición, es “ensalzar la calidad del popular y sabroso tomate El feo de Tudela y reconocer la labor de los hortelanos que lo cultivan”.
Después de que las nueve ediciones anteriores se hayan celebrado coincidiendo con las fiestas de Santa Ana, este año se ha cambiado de fechas “por motivos relacionados con el mejor momento de la temporada, tanto en calidad como en cantidad de tomate”, indicó Luis Salcedo, propietario del Remigio. El certamen incluyó este año algunas novedades como una mesa redonda sobre la situación de las variedades antiguas del tomate de Navarra, que se celebró el viernes, y una cena en el restaurante Remigio en el que el tomate fue el protagonista. Ayer hubo también actividades para todas las edades en el mercado de abastos de Tudela (como un taller de cocina y plantación de semillas) y catas de aceite ecológico Artajo y degustación de pinchos cuya caja (215 euros) se destinará a la Asociación Española Contra el Cáncer.
Características. El tomate feo de Tudela (se le llama de Tudela, pero se cultiva en toda la Ribera de Navarra) es de carne jugosa con un color de rojo a rosado, casi no tiene pepitas y su piel es firme y fina. Le llaman feo de Tudela porque su forma suele ser irregular, pero sin malformaciones.
Apoyo. Como indica el chef Luis Salcedo, del Restaurante Remigio, “el tomate es el producto
estrella de la huerta de verano y tenemos que darle un empujón”.
Otras citas en la fiesta del tomate de Tudela. El colectivo Helianto organizó para esta décima edición un taller de semillas para niños y niñas, y por su parte David Poley, del blog ‘Recetas Gamberras’, realizó un taller de cocina en el Mercado de Abastos.
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