estella-lizarra - El pasado sábado, familiares próximos de los asesinados en la sima de El Raso de Urbasa los días 6 y 7 de septiembre de 1936 se reunieron allí para asistir a un acto íntimo y sencillo de recuerdo y en el que, además, se procedió a añadir una nueva lápida a la ya existente (que data de 1962) con todos los nombres de las víctimas que fueron identificadas hace algo más de dos años.

Balbino García de Albizu, autor de libro ¿Qué hicimos aquí con el 36? y nieto de uno de los asesinados, ha coordinado también esta iniciativa tras una larga investigación y previo permiso del director de Servicio de Medio Natural del Gobierno foral. Con la colocación de la nueva lápida, se cumplía el compromiso adquirido por él mismo en 2015, poco antes de la reinhumación, de reflejar en una lápida los nombres de todas las víctimas identificadas (nueve de los diez cadáveres que aparecieron en la sima).

García de Albizu recordó que, como explica en el libro citado Roldán Jimeno, el de la sima de Urbasa es “el lugar de memoria más antiguo de Navarra dedicado a los republicanos asesinados”. Y es que, en 1962 Mercedes García de Albizu, de Eulate e hija de uno de los asesinados (Balbino García de Albizu) tuvo la iniciativa de colocar una lápida en El Raso tras recibir información del espeleólogo estellés Eugenio Roa, que había descendido hasta la sima en los años cincuenta.

Previa consulta con sus hermanos Juan y Elías y comunicada la propuesta a familiares de las otras dos víctimas conocidas (Balbino Bados y Gregorio García), “contrató a dos albañiles de Eulate de toda confianza, José Luis Aguirre y José Miguel García de Eulate, quienes, con la participación de Narciso Ruiz, joven aprendiz, realizaron la obra el 31 de octubre de 1962, víspera de Todos los Santos. Y en tal día (el 1) subió Mercedes, acompañada de un familiar, Luis Arana, y de Vicente Urquizu, párroco de Eulate, que rezó una oración y bendijo la lápida”, detalla García de Albizu.

El autor explica con todo detalle que la antigua lápida fue labrada por Félix Bacaicoa, oficial de la empresa de Estella Cayetano Echauri, -que dirigía su hijo Teófilo-, y que la actual lleva el sello de Pablo Arrastia, maestro cantero de Arellano. El rediseño del área de cobertura de la sima (hace la función de losa), la recolocación de la lápida antigua que estaba en precario y la colocación de la nueva ha sido obra del constructor de Eulate Juan Mari Díaz. Todas estas tareas van a ser costeadas por los propios familiares.

García de Albizu agradeció la colaboración de todas las personas que han ayudado a sacar adelante esta iniciativa, como el ganadero Patxi Ruiz de Larramendi, el propio Narciso Ruiz y Amaia Urkijo (nieta de uno de los asesinados en la sima, Narciso Artola, y de otro más, Víctor Urquijo, en la de El Dos/Otsoportillo).

Al acto acudieron una quincena de familiares directos de las víctimas, en concreto tres hijos y varios nietos. Los nueve identificados son los tres incluidos en la lápida de 1962, además de Clemente Araña, Narciso Artola, Paulo Garciandía, Andrés González, Antonio Maiza y José Urbizu.- R.U.