Hola personas, esta semana he dirigido mis pasos de paseante en el sentido contrario del que habitualmente tomo, hoy, en mangas de camisa, he ido hacia el sur, que también existe. He tomado Bergamín dirección Jesuitas.

Antes de llegar a terrenos de la Compañía, me he encontrado con mi amiga Anita Dimitrova, una joven búlgara que con su integración demuestra que cada uno será de donde su madre lo parió y cada uno vive donde quiere o donde puede, pero que siendo buena gente, dando y tomando cariño y respeto, repartiendo sonrisas, siendo empático, honrado y trabajador, divirtiéndote a muerte, como la vida aconseja, y viviendo en positivo, siempre encontrarás puertas abiertas. Sé bien que no todo el mundo tiene las mismas posibilidades, ni las mismas capacidades, ni el mismo talante, ni la misma actitud, ni la misma aptitud, es obvio, pero cada uno, en su medida, ha de hacer todo lo que esté en su mano para integrarse y ser aceptado. Como ha hecho Anita.

He llegado a Jesuitas pasando por delante de su Iglesia de Mª Inmaculada y me ha venido a la sesera las misas rocanroleras que se celebraban allí los sábados a la tarde-noche animadas por Los Trops, conjunto puntero de la Pamplona de los 70. Eran misas de gran ambiente, ya que, sí o sí, había que ir, por lo menos pasábamos un buen rato.

Más adelante encuentro la puerta principal del colegio y en esta ocasión la memoria me lleva al cine. Era la puerta por donde entrabamos a disfrutar de la magia, a vernos cabalgando desbocados en una diligencia, conspirando en un palacio veneciano, subiendo una colina y bajando una montaña, danzando como malditos o pasando una noche con una iguana, en definitiva viviéndolo en los peliculones que programaba el Cine-club Lux de la mano del jesuita Padre Ciriano, cinéfilo empedernido, amante de John Ford y de Alfred Hitchcock, fue él quien me hizo descubrir a de Sica, a Fellini, a Tatí, a Mastroiani, a Silvana Mangano,una de las mayores bellezas del cine europeo, a la “Nouvelle vague”, a Huston y a muchos más ,a TODOS los demás diría yo. A la proyección le seguía un animado cine-forum donde se podía decir cosas que en esos años no era fácil decir en otro foro. La asistencia al Lux era casi de obligado cumplimiento en la Pamplona de los que teníamos alguna curiosidad a parte de la oficial.

He seguido calle abajo y he entrado en el barrio de la Milagrosa. Curioso barrio producto del desarrollismo industrial de Pamplona y su comarca.

Con la llegada de la industria en los años 60 la emigración, tanto nacional como provincial, empezó a llegar a Pamplona en gran número y coparon los puestos de las cadenas de producción y de la construcción que, como consecuencia del aumento de población, se vio reavivada. La ciudad, por tanto, tenía que crecer, ¿por dónde?, pues por los terrenos del Mochuelo que son cuatro casas y tres huertas y así lo hicieron pero con muy mal criterio, mejor dicho, sin ningún criterio. Ahora lo veremos.

El antiguo barrio del Mochuelo ocupaba los terrenos que existen entre el Fuerte del Príncipe, último punto defensivo de la muralla de la ciudad, y la carretera de Zaragoza. Su nombre se lo debía a Urbano Igarreta un soldado de fortuna, de dudosa moral, que luchaba en las filas Isabelinas contra los carlistas en la primera de sus guerras. Encargado de las malas artes en retaguardia, acosaba a las familias de los voluntarios de la boina roja, amenazando a sus familias, quemando cosechas y cobrando impuestos ilegales; por su colaboración llegó a capitán, vivía en la Venta del Mochuelo, de ahí su apodo, que se encontraba al pie de la carretera de Tafalla, justo donde años después D. Bernardo Villanueva Reta levantó la fábrica de embutidos El Pamplonica.

Los vecinos solicitaron al ayuntamiento que cambiasen el nombre del barrio porque les parecía peyorativo y en 1937 se cambió por el de La Milagrosa en honor de la advocación de la Iglesia de los Padres Paúles.

Entraremos por la calle Goroabe que junto a Larrabide y Sangüesa son las únicas nominadas con un viejo topónimo, las demás, en el primer tramo del barrio, nos llevan al Olimpo de los músicos españoles del XIX, son calles tranquilas y silenciosas, pero si todos los que les dan nombre saliesen de sus placas y pusiesen en marcha sus partituras, voces e instrumentos podrían formar el mayor concierto de la historia, Guelbenzu y Larregla con su piano, Gayarre con su voz, Falla con su Amor Brujo, Albéniz con su Iberia, Guridi con su Caserío, Blas de la Serna con sus tonadillas y zarzuelas, Múgica con su Orfeón Pamplonés y a la batuta Santa Cecilia. ¿Quién da más?

Son calles enrevesadas y de una urbanización caótica. Si he dicho al principio que estaba hecho sin criterio es porque se limitaron a ir construyendo a medida que el viejo Mochuelo se iba vaciando y sus casitas y sus fábricas,El Pamplonica,Muebles Asiain, Muebles Ezcurdia, etc. se iban derribando; al no acometer una gran obra de derribo y explanado del terreno, las calles actuales siguen el anárquico orden que tenían los caminos innominados del viejo barrio, su dirección postal era Camino del Mochelo 1,2,3,?y así hasta el 8, eran paralelos ,perpendiculares, tangenciales, curvos, zigzagueantes, oblicuos, cuesta arriba y cuesta abajo, y así siguieron, solo que ahora con grandes bloques de casas modestas en una suerte de calles con escaleras ,ascensores y cuestas con unos grados de desnivel difícilmente salvables por un anciano, calles que sufrieron una gran desatención municipal durante años, ya qué, durante años se estuvo construyendo, eran calles embarradas, llenas de baches y charcos, junto a un bloque había una casita semi rural con todos sus avíos y sus perros y sus gallinas y al lado una fábrica textil o un taller o un mueblista y luego otros tres bloques de casas perdidos y olvidados de todos; sirva como dato que habiéndose empezado en el comienzo de los 60 hasta hace poco se han acometido mejoras, como el parque de Alfredo Floristán, donde no hace nada unos vecinos se hicieron fuertes para que no les quitasen sus huertos y sus gallinas, hay que verlo ahora, aquel solar sucio que lindaba con la tradicional Bodega Aralar, es hoy un esplendido espacio urbano.

A pesar de la lentitud en su construcción la zona se fue llenando de vida: había dos cines, Aitor y Guelbenzu, donde vi “Los chicos con las chicas” de Los Bravos, hay cosas que no se olvidan, los parroquianos de la zona disponían de un montón de bares y bodegas , Nuñez, Mochelo, Donosti, Anduriña,etc , se construyó la parroquia de San Fermín, las escuelas, el ambulatorio y todo lo que necesita la ciudadanía para vivir. Los tiempos cambian y ahora hay restaurantes chinos, Kebabs, Iglesias Evangelistas y mezquitas, lo que los pobladores actuales necesitan. Lo que viene siendo un “aggiornamento”.

Continuando hacia abajo llegamos a la segunda parte de la Milagrosa y aquí es la naturaleza la que nos recibe con todas sus vías dedicadas a ríos navarros, así podremos bañarnos en el Elorz o en el Cidacos, admirar los bellos Urederra y Araxes o pescar en los fríos Irati y Urrobi. Este tramo final cuenta con una gran población de origen musulmán y no es raro ver grupos formados únicamente por hombres en animada charla. Todo lo animada que puede ser sin la alegre presencia de las chicas que tanto juego dan y tanto aportan. Ellos se lo pierden.

Es patente que el barrio ha experimentado un gran cambio, discotecas latinas, tiendas de comida y bares de ambientes foráneos son los locales que hoy se enseñorean en sus calles y que crean no pocos conflictos.

Por Blas de la Serna he tomado de nuevo dirección a casa. He pasado la tapia del Oberena, he llegado a los Edificios Inteligentes y de nuevo a Bergamín para recogerme en mi cueva.

El próximo domingo más, pero antes he de añadir dos cosas : una es el reconocimiento de un error garrafal, en el Rincón de Paseante del pasado 13 de mayo decía que la ampliación de la plaza de Toros de Pamplona en 1967 era obra de Fernando Redón, cuando en realidad fue obra de Rafael Moneo, a cada cual lo suyo. Y la otra es que he creado una página en Facebook donde podéis interactuar y comunicarme vuestros comentarios y opiniones. Es abierta así que cada uno mire y diga lo que quiera. Os espero. Si os perdisteis algún “Rincón” ahí están todos.

Feliz semana.

Besos pa tos.