cadreita - En Cadreita todos los corrillos hablaban del salto de la vaca del jueves y de los 6 heridos y aún se podía ver en el suelo la valla que rompió la vaca al tratar de escapar de la grada. Hoy la ganadería de Arriazu volverá a sembrar de emoción el pueblo, algo que busca el público que asiste a estos espectáculos y que ya sucedió con esta ganadería en Santacara y Tudela en 2017 y en la misma Cadreita en 2011.
espectáculo “Las vacas son un espectáculo con riesgo y sin ese riesgo no habría espectáculo”. Así de sencillo explica Roberto Arriazu el gusto del público por ver a sus vacas saltar los burladeros. Un hecho que se produjo el pasado jueves en las fiestas de Cadreita, y que, pese a ser excepcional, pasa mucho más habitualmente con las vacas de la ganadería de Arriazu, de Ablitas. Bajo el sobrenombre de saltarinas, son cientos de personas las que acuden a una fiesta u otra dependiendo de dónde se suelten las vacas de Arriazu. “El hecho de que las vacas salten es principalmente por genética. No es fácil, ni viene de un entrenamiento especial, es por mucho trabajo de selección y es muy difícil que salgan así, con esa tendencia a tener un especial celo por seguir al corredor”, explicó ayer Roberto Arriazu.
La ganadería lleva el título de saltarina con orgullo, “pero también es verdad que implica cierta presión porque todo el mundo piensa que todas van a saltar. Hay mucha exigencia, pero es verdad que funciona y llevamos mucha gente que nos sigue, pero lo del jueves en Cadreita no va a pasar todos los días”, explica el ganadero. Con 40 años de historia a sus espaldas, han surgido incluso leyendas sobre la forma de criar a las vacas para que salten. “Hay mucha gente que se piensa que les ponemos de comer en sitios altos y que por eso tienen la tendencia a levantar la cabeza o a saltar. No es así, pero lo más curioso es que a muchos se lo dices y creen que no se lo quieres contar”, narra entre risas. “La clave es que tengan campo para correr, salud, fuerza y buena comida. El comportamiento lo llevan dentro”.
Tras un paso ayer por Sagunto (Valencia) hoy volverán a dar sustos en Cadreita donde, a buen seguro, llenarán la plaza. “Hay una tendencia antitaurina que cada vez está más enraizada que pone en peligro esta tradición”, apuntó el ganadero. - F. Pérez-Nievas