pamplona - Tres horas de purga limpiaron ayer los sedimentos más nocivos del embalse depositados en la parte inferior del embalse: en total 250.000 m3 (130.000 m3 durante las tres horas de desembalse). La operación, que se viene realizando desde 1991, tiene por objeto contribuir a mejorar la calidad del agua suministrada. Así, la eliminación de materia orgánica y metales (hierro y fundamentalmente el manganeso) del fondo del embalse, permite mejorar la calidad del agua que llega a la planta de Urtasun y reducir con ello el empleo de reactivos en la fase de potabilización del agua antes de ser suministrada a la Comarca. La operación de desembalse se lleva a cabo al final del verano, cuando se ha formado la termoclina, es decir cuando el agua de embalse de Eugi se ha estratificado en capas de mayor a menor temperatura. Se aprovecha este gradiente térmico, que en sus capas más frías (en torno a 8ºC) y profundas (a partir de los 15 m) concentran el manganeso y el hierro disueltos en el fondo, para eliminarlos de forma natural a partir de la apertura del desagüe de fondo del embalse. “No se elimina todo el mineral pero llega a la planta en niveles muy bajos”, recalca Teodoro Herreras, responsable de la planta depuradora de Urtasun de la MCP. “Sin desembalase por la dinámica del embalse y el movimiento del agua esos minerales estarían concentrados en todo el volumen de agua mientras que ahora, por el régimen de temperaturas del embalse, se concentran en la parte inferior”, subraya. Estos minerales se localizan a 15 metros hacia abajo que es precisamente donde se realiza la purga “para eliminar la mayor parte de partículas posibles. Para el río no supone ningún problema, es como si hubiera caídos una tormenta fuerte”, remarca.

Desde las ocho hasta las once de la mañana la cuota del embalse bajó de 622,13 a 621,99, es decir 14 centímetros. “La mecánica es la misma siempre, primero se abre una primera compuerta y, a la hora y media, la segunda, una a cada lado de la presa. A lo largo de estas tres horas se cogen muestras periódicas de agua que se llevan al laboratorio de la MCP para su análisis, y la próxima semana tendremos datos de la cantidad de metales y de materia orgánica que hemos eliminado”, aseguró Herreras.

El embalse se encuentra en este momento, finalizando el verano, al 70% de su capacidad. Agosto ha sido seco pero el resto del año ha llovido bastante por lo que la situación es mejor que el año pasado en el que, por estas fechas, se encontraba dos metros por debajo del nivel actual.