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25 años llenos de esperanza

La ONGD La Esperanza de Lodosa celebró su primer mercadillo solidario en 1994Hoy en día siguen trabajando en la creación de viviendas dignas y en la escolarización de niños y jóvenes desfavorecidos

25 años llenos de esperanza

lodosa - 25 años han pasado desde que un grupo de vecinas de Lodosa, preocupadas y conocedoras de la situación de algunos niños y jóvenes en países en vías de desarrollo, decidiera salir al Paseo, la plaza central de la localidad ribera, con un mercadillo solidario para recaudar fondos para las personas más desfavorecidas, en este caso en concreto, para una misión que estaba en marcha en Lábrea, en el Amazonas brasileño.

El 19 de marzo de 1994, tal y como recuerda Corpus Campo, presidenta de la ONGD La Esperanza, recaudaron 1.077.000 de las antiguas pesetas, “algo que nos alegró enormemente y que nos animó a seguir porque vimos que la idea de ayudar a otras personas era posible”. Y tanto fue así, que en octubre del año 1996 deciden dar un paso más y consolidarse como Organización No Gubernamental para el Desarrollo, entidad que a día de hoy sigue a pleno rendimiento.

“Aunque siempre surgen imprevistos, me gusta decir que no fue nada difícil puesto que tampoco nuestras pretensiones eran grandes. Éramos y somos corazones inquietos y, de esa inquietud de ayudar a un poco a los demás, surgió esta organización”, comentaba Corpus.

Con ese dinero, explicaba Campo, se comenzó a construir el primero de los tres Centros Esperanza que hay en la actualidad y que ofrece atención y formación profesional, deportiva y artística a menores en situación de vulnerabilidad en Brasil. Se trata, insistía Corpus, de un lugar que ofrece un ocio alternativo a la calle.

Y es que el fin de la ONGD, destacaba, “es la promoción de la infancia y la adolescencia, en lugares donde la injusticia y la falta de oportunidades está enraizada, mediante la educación para su adecuada inserción en la sociedad y la oferta de un futuro más digno”.

Dado el éxito de este primer mercadillo, las lodosanas comenzaron a tejer, pintar y recolectar productos que después vendieron también por otros municipios navarros. “Con estas acciones limpiábamos los armarios y lavábamos las conciencias”.

“Los mercadillos son muy importantes, son el medio de llegar a las personas y de contagiarles. Todo el mundo tiene capacidades cognitivas pero hay que prestarles atención y tratar de tocar la tecla oculta. Lo demás viene rodado”, explicaba Corpus.

El grueso de lo que se manda a los proyectos de cooperación al desarrollo viene de mercadillos, de donaciones públicas y privadas y de proyectos que presentan a diferentes convocatorias. En la actualidad la organización lodosana tiene acciones en marcha en Brasil, en la India, en Sierra Leona, Kenia, España, México, Filipinas, Costa Rica o Haití. Entre ellas destacan los centros educativos, las casas comunitarias, las construcciones de pozos o las casas de acogida y centros sanitarios.

celebración familiar La ONGD lodosana, con sedes a nivel nacional, festejó hace unos días en la casa de cultura ribera esta fecha tan señalada, un acto muy emotivo en el que, además de un vídeo recopilatorio con los proyectos en marcha de la entidad, intervinieron, entre otros, Sergio Sánchez, padre provincial de los Agustinos Recoletos, Jesús Moraza, obispo emérito de Lábrea, Aurora Burgui, de Irurzun, o Pablo Azcona, alcalde de Lodosa.

Precisamente a este Ayuntamiento, y al que presidió Jesús Mª García, Corpus agradeció la colaboración y el interés mostrado.

La presidenta, agradecida por el cariño de la gente, terminó recordando a las personas que ya no les acompañan en este viaje como el padre Vera o Rafael Abadía, así como a la mujer de este último, Mari, que debido a su delicado estado de salud no pudo ir a la celebración pero a la que describió como “extremadamente buena y generosa”.

Además, tampoco pasó por alto la presencia de algunas personas como la de Ana Docando, puesto que, afirmaba Campo, “se necesita mucho interés y ganas de ir a un sitio para hacer como ella, que se cogió un taxi desde Monteagudo”.

De cara al futuro, Corpus aseguraba que el objetivo es mantener en pie los proyectos que ya están en marcha así como consolidar un buen número de socios, algo que están empezando a hacer ahora y, aunque este año se van a incorporar a la Red Solidaria Internacional Agustino-Recoletos (ARCORES), “La Esperanza va a seguir con su autonomía y su propia identidad”, apuntaba tajante la presidenta.

Al pie del cañón desde hace 25 años, Corpus Campo recalcaba que “es una opción de vida, algo que me compensa, y mucho, aunque a veces es cierto que también agota. Tenemos que aprender a ser generosos, a querer a los pobres porque solo lo son porque han tenido la desgracia, o nosotros la fortuna, de nacer donde lo hemos hecho. Después de 25 años lo que he aprendido es que nos servimos de los que tienen menos suerte que nosotros para hacernos mejores personas y llenar muchos vacíos”.